1. Las fiestas de high energy e italodisco que organiza Polymarchs (y otros sonidos) en zonas populacheras como Atizapán o Pantitlán (como verdadera alternativa al Patrick Miller, que ya fue).
2. Que se te pierda un pug en la Roma.
3. Conocer el Rock Show afuera de Metro Hidalgo, el Chopo de los cómics.
4. Una fiesta en el Museo de Historia Natural.
5. Una noche de baile en el Balalaika Plus.
6. Reírte de una broma del panda en un taxi o en el microbús. Después decir "qué oso el panda".
7. Visitar el campanario de la Catedral Metropolitana y tocar una de las campanas. Está prohibido pero un toquidito inocente no le hará daño a nadie.
8. Buscar en Tepito una película de terror turca de los cincuenta hasta encontrarla.
9. Salir a rodar con los Bicitekas o con los Terremoto Crew en caso de que prefieras entregarte a la adrenalina sin reservas.
10. Perderte en Ámsterdam, aunque vivas en la Condesa.
11. Darte un toque en el Espacio Escultórico, el Parque España, el Bosque de Tlalpan o en el Ajusco.
12. Intentar encontrar túneles secretos en la ciudad, como el que supuestamente conecta la Iglesia de Santo Domingo con el Antiguo Palacio de la Inquisición, y fracasar en el intento.
13. Tomarte un par de cervezas en el bar Los Navegantes (a la vuelta de Pericentro) y tratar de descifrar quién caza a quién.
14. Ir a una marcha. De blanco, desnudo, en bici y en tacones, como quieras. La política se construye en las calles. Sin vulnerar los derechos de terceros, claro está.
15. Meterte a un vagón del metro en hora pico y pretender que el ruido proveniente de las bocinas del vagonero -a unos centímetros de tus oídos- no te distrae en lo absoluto de tu lectura de Žižek.
16. Creer que "se te había bajado la presión" después de un temblor.
17. Pagar por unos toques eléctricos en Garibaldi.
18. Sexo en algún hotel barato sobre Tlalpan.
19. Quedarte sin agua un día (o varios), echarla de menos, cuidarla cuando vuelva.
20. Bailar en medio del círculo del Patrick Miller (¡aunque ya fue!).
21. Gritar más de 10 insultos inventados en la lucha libre.
22. Ir al Tianguis del Chopo, encontrar una rareza absoluta, entender el lado benevolente de la piratería.
23. Besar a un extraño durante una contingencia sanitaria.
24. Venderle un colchón a la de fierros viejos.
25. Aterrizar en un vuelo nocturno para contemplar las luces de la ciudad.
26. Ir a Mixquic en Día de Muertos, creer que se llama Mystique, preguntarte cómo diablos vas a volver, echarte un pulque para olvidar que no fue muy buena decisión.
27. Morir de risa cuando vayas al restaurante más hot de la ciudad y te sirvan un pedazo de jitomate, otro de cebolla, un par de chiles y te digan que se trata de una "salsa deconstruida".
28. Llevarte un susto con el delicado silbido del carrito de los camotes que, de la nada, apareció ahí, a tu lado.
29. Saber esto: Policía 066, ambulancia 065.
30. Quedarte sin varo, no haber comido y tener que ingeniártelas para regresar a casa.
31. Caerte en una trampa del Corona.
32. Hacerte de palabras con los señores de la mesa de al lado en una cantina del centro.
33. Que un hulero te cambie los hules y te tome el pelo. Todo en el corazón de la Morelos.
34. Tomar una clase de boxeo en un gimnasio de Tepito.
35. Sobrevivir a las gomichelas.
36. Estudiar el Diplomado en albures finos en Tepito.
37. Que se te enrede un papalote en La Marquesa.
38. Poner música en el Black Horse, Barracuda, el Bahía, Capote o en el bar supermoderno del momento.
39. Que un danzante en el Zócalo te haga una limpia.
40. Ver los aviones en el puente del Aeropuerto.
41. Cachar algún evento en el Ángela Peralta y lograr entrar.
42. Toparte con Michael Nyman de paseo por la Roma.
43. Monear con fresas.
44. Ir a una fiesta en algún edificio sobre República de Cuba.
45. Haber ido a una fiesta en el Ermita, al MUJAM o al Virreyes.
46. Comprar una estampita en el Pasaje Esotérico.
47. Buscar a tu artista favorito en Plaza Galerías.
48. Que te trancen. No sólo el hulero: el mecánico, el que organiza el juego de la bolita o con la torta de jamón de Chapultepec (cuando la abres descubres que sólo tiene un pequeño pedazo de jamón asomándose entre los panes).
49. Que te caiga agua de riñón en un partido de futbol.
50. Esperar a alguien mientras hojeas revistas en Sanborns.
51. Ver a Chava Rock en cualquier concierto.
52. Que el Oso de la Guerrero tenga boletos para tu concierto favorito.
53. Encontrarte a Margarito en Nativitas.
54. Ir a Chabelo.
55. Hacer un chiste malo en el Charco de las Ranas. Algo como "Yo disparo" o "Adelántate, voy al baño".
56. Ir a una noche de ficheros (hombres) en el Barba Azul.
57. Tomar el Metrobús del aeropuerto al centro.
58. Conocer los apodos de las colonias de la ciudad. Tetrepan, Rockma, Asalta Mónica, Arabronx, Nezayork, Nárcoles, Del Vago, Fondechi, East Candón, Santa María la Ratera.
59. Retirarte de una fiesta porque "tienes llamado".