La comunidad LGBTTTI ya tiene un nuevo centro de reunión en la Juárez. Se trata de una cafetería amigable con las personas diversas que poco a poco ha ganado popularidad gracias a sus eventos y al personal que allí labora.
Lo primero que verás al llegar a Varsovia 37 es una bandera arcoíris y una jardinera llena de macetas —también es un vivero así que podrás comprar una planta—.
Puedes pasar a cualquier hora, ya sea para desayunar chilaquiles, huevos al gusto, molletes o sincronizadas o para comer en la tarde algo de su selección de platos fuertes, como alambre de pollo, pechuga parmesana, enchiladas o tacos dorados de pollo. También hay ensaladas y elecciones veggie. Si estás de antojo o quieres comer algo rápido, te recomendamos su bagels de pechuga de pavo o tres quesos. ¿Quieres saber lo mejor? Es amigable con tu bolsillo; los precios oscilan entre los $40 y los $110.
En cuanto a las bebidas, hay una selección de cafés que el barista te prepara al momento, así como té, chamoyadas, refrescos, aguas de frutas y limonadas. No obstante, la joya del lugar son las cagüamitas, que casi toda la semana están en promoción de dos por $50.
Un consejo de experto es acudir los miércoles, pues es un día que particularmente ha sido adoptado por la comunidad LGBTTTI, además de ser el único de la semana en que el horario se extiende hasta las 10pm y la promoción de las cagüamitas sube de nivel: tres por $50.
“Yo soy gay, mi novio siempre está aquí conmigo. Desde siempre deseamos un espacio para gente millennial, treintona, gay y estamos impulsando el lugar para que se convierta en un punto más de reunión para la comunidad”, nos cuenta el dueño del lugar, Bruno Urueta. Con esta cafetería, Bruno también tiene el objetivo de apoyar a la comunidad, al ofrecer empleo para personas de la diversidad. “Es buscar un lugar seguro para nosotros, donde vengan a pasarla bien. Queremos que sea más queer, que vengan persones de todo tipo, que no se sientan intimidadas, sino felices y seguras”, afirma.
La oferta de Pacífico no se limita a los alimentos; cada vez son más frecuentes los eventos, como las fiestas para visualizar los episodios del show La Más Draga. “Aquí siempre se junta la jotería, el chasquido, el ‘eso mamona’. Así que ponemos una pantalla grande y proyectamos el capítulo”, asegura Bruno. Otra idea que pronto se verá materializada es la proyección de películas con temática LGBT. La idea de Urueta es que no se quede solo en la reproducción de los filmes, sino abrir el debate a manera de cine club.
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