“Yo adquirí el VIH a través de mi pareja estable, estuvo internado casi un mes… y yo, adquirí el VIH por él”…
En México, cerca del 90% de casos de mujeres con VIH, es porque su pareja (masculina) estable les transmitió el virus. La supuesta estabilidad que da tener una pareja e ideas como la fidelidad, el amor romántico, el machismo y la violencia son algunas razones por las cuales, en 2021, las mujeres siguen sin información suficiente y con base científica sobre el VIH.
Las campañas para promover que las mujeres se hagan la prueba de VIH se han orientado principalmente a mujeres embarazadas. Muchas mujeres no pueden concebir la idea de pedir un condón a su pareja por lo que vayan a pensar de ellas, pues se tiene la idea de que solo ciertas mujeres, con ciertas prácticas pueden adquirirlo. Es importante que todas, quienes hemos tenido vida sexual, nos hagamos una prueba como la única manera de que saber si vivimos o no con el virus.
Estigama y discriminación son la constante cuando hablamos de VIH, pero en el caso de las mujeres, tiene una connotación particular. Necesitamos cuestionar y replantear los estereotipos de género que nos limitan. Los grupos de mujeres con VIH han logrado evidenciar sus necesidades jugado un papel fundamental para poder acompañar a otras y visibilizar que somos un grupo importante de considerar en las políticas de prevención.
Nosotras debemos hablar de sexualidad, conocer nuestros cuerpos y tener conversaciones nuestras parejas. Que cada día haya una mujer menos que desconozca de VIH y que cada día haya más mujeres hablando de VIH. A partir de la vivencia de Brenda Vargas.
Por Corina Martínez, activista