1. Samantha Flores
Samantha es, de por sí, una metáfora de la vida, pues a sus 87 años de edad permanece con brío y una singular alegría como una de las figuras más longevas de la comunidad trans en México. Esto, y permanecer activa con la primera casa hogar para adultos mayores de la comunidad LGBTTTI, Vida Alegre (fundación Laetus Vitae), inspiró recientemente al joven cineasta Carlos Morales a realizar el cortometraje documental La felicidad en la que vivo y a mí, a recordar la dignidad y la tranquilidad con las que aspiro llegar a la vejez.
“Cuando el adulto mayor LGBTTTI llega a la tercera edad, es excluido de la familia y tiene que volver al clóset. Si el adulto mayor es olvidado, no existe; somos invisibles”, explica Flores sobre lo que vulnera la comunidad y recuerda el paso de su quehacer altruista.
“Muchos años hice colecta en los teatros para mujeres de Ciudad Juárez y para niños de Fundación Ser humano —un amigo mío adorado y maravilloso murió de SIDA— y así hice conciencia de la ayuda que podía dar aunque fuera mínima. Hasta que alguien me dijo por qué no pones un albergue... Entonces se me ocurrió la idea de hacer una casa de día para el adulto mayor LGBTTTI y pasar todas las mañanas ahí, compartiendo, platicando, tomando yoga, en el cine club de los sábados, en pláticas con psicólogos. Y tenemos la satisfacción de que el 40% de la gente que va es heterosexual... sobre todo los hombres, que son tan machos, encuentran amistad, hermandad”, cuenta.
Vida Alegre. Xola 184b, Álamos. Metro Xola. Tel. 55 4430 7980.