Seamos sinceros, la mayoría festejamos el fin de semana desde la noche del jueves, así lleguemos en vivo a la oficina o conectemos la fiesta hasta el viernes. Si eres de los que suele hacer esto te recomendamos los mejores antros y bares LGBTTTI para enfiestar de jueves a domingo.
Si quieres descubrir algo diferente, visita los antros y bares gay nuevos en la CDMX, pero si prefieres echarte un palomazo te recomendamos los mejores karaokes y cantabares.
Puede ser que aquí casi todo es garantía: diversión, tragos, ligues, porno. Incluso sexo. Y es que cuando las cervezas hacen efecto, se tiene que pasar forzosamente por el cuarto oscuro para llegar al baño. No hay de otra. Por si esto les sirve de advertencia. O anzuelo.
A principios de 2017 me enteré de la apertura de La Disco, me sorprendió que fuera en la Roma, ya que la oferta LGBTTTI de esta colonia es escasa, así que fui a buscar suerte. Cuando llegué me di cuenta que era en el bar Basement, que como su nombre lo indica se encuentra en el sótano.
No es un antro para atreverte o explayarte ruidosamente cuando ponen esa canción detonante. En Must las cosas están tranquilas antes de la 1am; la gente llega acompañada y se siente un ambiente de conocidos, como si cada jueves sucediera.
Las noches del jueves, el bar Hunter abre sus puertas a la diversidad, transformándose en Shame. La entrada puede pasar por intimidante, pero el prejuicio se rompe cuando atraviesas la herrería típica de la Condesa.
En la Purísima predominan los muros negros con rojos carmesí e imágenes de ángeles más porno que puros; hay muchas más mesas y sillones, y un pódium para que los musculosos strippers hagan de las suyas.
Baby es un club que recién abrió sus puertas sobre la calle de Londres, a tan sólo unos cuantos pasos de Insurgentes y cuyo mejor atributo es su sencillez. De entrada simple y cover de $50, se trata de un amplio corredor convertido en antro de pisos de duela y neones rosas.
Funciona como un refugio para las personalidades que quieren explorar los rituales propios de las mujeres sin la represión de la vida cotidiana. Antes llamado El lugar de Roshell, en este espacio se ofrece servicio de lockers y camerinos para que guardes el traje gris.
La entrada es la misma que Teatro Garibaldi, sólo que Divina posee un espacio amplio con dos tarimas para que los gogos bailen o de vez en cuando, algún valiente se suba para mostrar sus mejores pasos.
Como en la misa, en este antro todos quieren darse a notar para evidenciar su presencia, la diferencia es que aquí no rezarás, harás lo que sea por ser el centro de atención. La decoración recuerda a una pequeña iglesia con vistas de piedra, candelabros y vitrales góticos.
Este bar se encuentra en una antigua casa. Si bien se cree que los bares de esta zona suelen ser rigurosos con el tipo de vestimenta que se debe portar, Dance Floor es muy amigable con los asistentes en jeans y tenis. La noche que lo visité no hubo cover, pero el costo depende de la fiesta que se lleve a cabo ese día.
En la capital, los que se asumen como osos y aquellos que gustan de estos tienen su propio refugio: un espacio en la calle de Londres que se asemeja bastante a una cueva para osos, pues se trata de un amplio pasillo cuyas paredes están tapizadas de ilustraciones de hombres robustos.
Este bar-cantina-pista de baile se encuentra en el traspatio de la tienda La Hacienda del Viejo donde se venden texanas, botines, chamarras de cuero y camisas de cuadritos, el outfit que todo cowboy necesita.
El antro que cambió la perspectiva de la noche gay en República de Cuba y motivó a los parroquianos LGBTTTI a salir del confort de la Zona Rosa, incluso de Polanco, empieza una nueva aventura con el Marrakech 2.0.
Se encuentra en el interior de un discreto centro comercial sobre Anatole France, en Polanco. De alguna manera mantiene el mismo criterio de selección para entrar que el Envy: no camisetas sin mangas, no shorts, no chanclas, no chispitas sobre camisetas sin mangas, no gorras de beisbol.
Después de su reapertura, algo cambió para bien. El Sodome sigue siendo ese espacio de hombres con tan sólo una toalla atada a la cintura y sandalias (a veces ni eso).
El bar de cuadricula de espejitos 42ND Street Café se dio una manita de gato y se transformó en Drrama by 42. Tal vez su remodelación no sólo fue estructural, sino que le dio un nuevo aíre al antro ubicado en Amberes, en la Zona Rosa.
Es un local partido en dos, unidos por una barra en medio debajo de un marco desde donde se puede ver lo que ocurre del otro lado. En el Pussy las paredes están tapizadas de rosa, mientras que en La Gayta hay estampas de hombres desnudos.
Este bar se encuentra en las entrañas del Centro Histórico. Los jueves son de karaoke y los viernes hay show travesti. La música obligada es banda y salsa para quitarse el frío.
Al intentar averiguar desde hace cuánto existe El Viena con un señor canoso, con la polo bien fajada -y que por la forma de dar órdenes y contar el dinero que entra y sale de la caja registradora, parece ser el capitán de meseros.
Esta franquicia icónica de la Zona Rosa cuenta con jueves lésbicos. Hay de todo: música pop, reggaetón y hasta conciertos de rock, si corren con un poco de suerte.
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