Guadalajara es un destino que debes considerar para alguna escapada fuera de la Ciudad de México. Ya sea por sus museos, centros culturales o restaurantes, esta ciudad abre los brazos para que cualquier visitante se sienta como en casa.
Si ya visitaste los lugares imperdibles de Guadalajara y quieres conocer la oferta de vida nocturna LGBTTTI que tienen, te recomendamos seis opciones que van, desde bares con karaoke, antros con show drags y música en vivo, llenos de diversión.
Este bar gay se encuentra en el centro de Guadalajara, exactamente en la esquina de Francisco I. Madero y Enrique Gonzáles. El edificio está dividido en dos secciones: la planta baja y la terraza. En la parte de abajo hay periqueras, una barra del lado izquierdo y un escenario para shows drags.
La vida nocturna de Guadalajara para la comunidad LGBTTTI es muy amplia. La ciudad cuenta con antros y bares, que van desde terrazas para precopear, hasta espacios dedicados a los show drag. Uno de los favoritos de los tapatíos es el Babel Club, enfocado a la música electrónica que va desde el electro pop hasta el techno más denso. Aquí se presentan djs locales como Alex Acosta, Luis Alvarado, Isak Salazar y Jorge Romo. La entrada es sencilla, sólo debes pasar una revisión minuciosa por parte de los encargados de seguridad.
La entrada es un pasillo largo con paredes rojas y algunas esculturas, como si fuera una casona de los veinte. Al fondo hay meseros esperándote, a quien le tocó atenderme me preguntó a que zona quería ir ya que cuentan con tres espacios; la terraza, la zona de música en vivo y la de show travestis y strippers.
Cuando entras lo primero que vez es la barra, que se encuentra a la derecha y es iluminada por candelabros modernos, fui directo a ella y pedí una chela de 250 ml por $30, aunque también cuenta con coctelería y botellas. Frente a la barra está el dj. La noche que fui hubo mucho techno y éxitos pop. Algo que me agradó fue la música, que tiene el nivel perfecto para bailar y no es necesario gritar para charlar con tus amigos. En todo el espacio hay mesas con sillones blancos y sillas acapulco.
Al igual que el Envy de la CDMX, este bar se anuncia como “The One & Only” lo que hace alusión a no tener rivales en Guadalajara. Después de pagar un cover de $100 (si llegas temprano te descuentan $50) y ser mal mirado por vestir jeans y tenis, me dejaron entrar. El espacio es realmente espectacular, tiene una pista central, pubs y mesas alrededor, disco balls y luces en el techo.
Aquí hay un choque cultural: la arquitectura del siglo XVIII con música circuit y luces de colores. 7 sings se promociona como “El palacio del pecado” y vaya que le hace honor a su nombre. El bar cuenta con mesas, pubs y camas (sí, camas) para que te relajes un poco con tus amigos. Una de sus atracciones principales es su cuarto oscuro, en el que de vez en cuando se cuela algún rayo de luz del exterior.
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