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[title]Láurel Miranda es periodista, activista y mujer trans. Hablamos con ella sobre el ejercicio periodístico, los problemas que enfrenta en el mundo digital y cómo se abordan temas de género desde los medios.
¿Qué podríamos entender como perspectiva de género y cómo aplica al periodismo?
El término “perspectiva de género” hace referencia a la necesidad de abordar los hechos a partir de una mirada que tome en cuenta las desigualdades que existen entre hombres, mujeres y personas no binarias en el contexto actual. Es decir, que al realizar nuestro ejercicio periodístico, quienes nos dedicamos al periodismo deberíamos preguntarnos: ¿qué mecanismos podemos adoptar para garantizar que nuestra cobertura estará libre de estas violencias tan arraigadas en una sociedad que nos ha formado en el machismo, sexismo, misoginia, racismo, serofobia, transfobia, capacitismo, etcétera?
¿Cómo se aplica esto al mundo digital y qué tan necesario es?
Desafortunadamente, el periodismo en México nos muestra la cercanía que los medios de comunicación con el poder y el gobierno como una forma de subsistir. Si antes los medios tenían la autonomía para la distribución de su contenido, hoy ningún material existe o es consumido por las audiencias si no cumple con los criterios que exigen Facebook y Google. El problema es que a estas plataformas no les interesa el periodismo en sí mismo, sino la conquista de audiencias. Por eso el periodismo con perspectiva de género y el periodismo ético se vuelven fundamentales, para la socialización de la información que necesitamos, tanto en sentido utilitario como en sentido educativo.
¿Cuál son los obstáculos a los que se enfrenta el periodismo con perspectiva de género?
Considero que son distintos frentes: por un lado, todo medio de comunicación tiene la necesidad de subsistir. Es decir, los medios, por más responsabilidad social que tengan, no dejan de ser empresas que necesitan monetizar. En ese sentido, es muy complicado que los periodismos con perspectiva de género sean atractivos, o muy consumidos. Por otro lado, está la falta de formación por parte de periodistas y especialistas de comunicación respecto al periodismo con perspectiva de género.
¿Cómo se podría facilitar esta la labor en un futuro?
Son muy pocos los medios que cuentan con alguna figura que se dedique a la supervisión de los contenidos para que estos no reproduzcan discursos discriminatorios. Pero en mi experiencia, no me he desenvuelto en un solo medio que considere esto como algo prioritario. Me parece importante subrayar que en el periodismo no existe la neutralidad, y es que, en una situación de violencia, no manifestar una postura clara se evidencia una línea editorial indiferente, o bien, desde la complicidad.
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