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En los años más recientes el movimiento DRAG (siglas en ingles de Dressed As a Girl) ha dejado de ser algo limitado a un sector para convertirse en un fenómeno nivel mundial y un estilo de vida aceptado en gran parte gracias al reality de competencia Ru Paul´s Drag Race que le ha dado visibilidad. La plataforma Prime Video estrena la película Everybody's Talking About Jamie que está basada en un exitoso musical británico (2017) que antes fue un documental de televisión (2011) y que ahora viene dispuesta a sacudir algunos cuerpos con su música y a algunas mentes con su historia.
Jamie (Max Harwood) es un adolescente de 16 años que vive en un suburbio de clase trabajadora en Reino Unido en el cual no encaja ya que su sueño es convertirse en drag queen e ir vestido de esta forma a su baile de graduación, aunque esto signifique el rechazo de su padre, compañeros de la escuela y la sociedad. Jamie junto con su mejor amiga Prittie (Lauren Patel) trataran de superar los obstáculos que representa ser libre a sus deseos, mientras Hugo Battersby aka Loco Chanelle (Richard E. Grant) le enseña todo lo que necesita saber sobre el mundo drag.
El filme entiende lo que se necesita para ser una feel good movie (película para sentirte bien) haciendo que los prejuicios los dejes tirados en el suelo y puedas disfrutar lo que se nos presenta aunque estés o no involucrado en el drag, no necesitas saber mucho de este universo solo entender que se trata de una persona en contra de una sociedad que le prohíbe ser feliz justo como los grandes filmes británicos tipo Billy Elliot o Full Monty que supieron conectaron con el público por representar esa lucha de sueños en un lugar donde todo parece ser gris.
El año pasado Ryan Murphy nos entregó el fallido musical The Prom en el que la cantidad de estrellas y necesidad de lucirse hacían que la historia terminara olvidándose y los momentos musicales de gran presupuesto terminan pasando desapercibidos, mientras que aquí tenemos a un elenco relativamente nuevo lleno de carisma y emoción por este proyecto que nunca deja de radiar emoción y aunque no hay gran presupuesto para las puestas musicales, se las ingenian para llenar brillantina, fabulosidad y diversión. Aplausos a Max Harwoods, quien sabe llevar este filme en sus hombros dándonos momentos encantadores, pero que se ajusta perfecto al drama logrando que entendamos la difícil situación por la que está pasando.
Jonathan Butterell debuta tras las cámaras con este película y vaya que conoce bien la historia (fue creador del musical en que se basa) sabiendo jugar con los actores, haciéndo la dinámica y divertida; encontró la manera de que las coreografía se supieran trasladar a la pantalla dándoles vida rítmica que me recuerda mucho al trabajo que ha hecho Kenny Ortega en cine.
Más allá de que la película ofrezca dulzura y humor, también representa esperanza para los niños o adolescentes que a escondidas de su madre se ponen su ropa o tacones diciéndoles que está bien, que no les debe de dar pena y que nadie puede decirles que están mal. Everybody's Talking About Jamie es un filme incluyente porque invita a todos los espectadores a conocer esta historia de manera amable para que los que no están involucrados en la escena drag no se sientan incomodos y los que si estén fogados vean una historia sobre su mundo destinada a conectar con las masas.
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