Además de ser la inspiración de los shows, el travestismo es un estilo de vida para enorgullecerse en este lugar. Administrado por la adorada Roshell, quizás la activista que más ha luchado por los derechos de la comunidad travesti, transexual e intersexual en la ciudad, funciona como un refugio para las personalidades que quieren explorar los rituales propios de las mujeres sin la represión de la vida cotidiana.
Roshell Terranova, dueña de Club Roshell, le ha dado un espacio amigable y seguro a travestis desde hace 12 años: “Empezó como una estética donde implementé servicios de transformación, luego hicimos fiestas, concursos de belleza y logramos abrir esta casa de cultura y diversión para la comunidad”.
Sobre la importancia de luchar por los derechos de las personas LGBT, Roshell opina: “El activismo empieza desde que nos mostramos, realmente es una labor de difundir la diversidad en las calles. Es un hecho que en los medios ya hay más visibilización, pero con un dejo de doble moral, por un lado no se puede hablar ni mostrar todo, y por el otro, los personajes que salen en la TV o la radio no nos representan, algunos sólo remarcan estereotipos. Como actiz me gustaría que representáramos papeles más serios, no sólo los de mofa o farsa. Hay que enseñarle a la sociedad que somos seres humanos”.
Para Roshell abrir una casa como la suya no es fácil, mantenerla es un trabajo complejo. Por ello se siente orgullosa de que muchas actrices y travestis hayan salido de Club Roshell, y que tomen su ejemplo para lograr sus sueños. “El nombramiento como ciudad amigable nos unió a activistas de todas las siglas. Ahora hay que hacerlo valer, hacerlo efectivo. No debemos dejar que nos discriminen o pasen sobre nuestros derechos, si ya hay una ley debemos tomar cartas en el asunto y cuidar que se respete. Eso hará que seamos gay friendly”, defiende la actriz.
Para la XXXVIII Marcha del Orgullo, Roshell abrirá su club desde muy temprano para que las chicas se cambien: “Empezamos el festejo desde antes y luego vamos a visitar varios lugares. El orgullo es en lo particular, con nuestros logros, pero sí hay que salir a marchar para quitar del imaginario social que somos minoría, señalar que tenemos derecho a vivir bien”.