“Odio los estereotipos; por ejemplo con las lesbianas, es el colmo que me ven con mi novia y aseguran: la lesbiana es ella. Yo sólo soy incluyente”.
Con una visión amplia y múltiple de lo que es ser mujer y lesbiana, Kikis presenta su show Kikis pa´la banda, un standup que aborda temas como los problemas de género, estereotipos, haters en internet, pleonasmos que usamos los mexicanos, los locos de la ortografía y las mujeres que prefieren rasurarse las cejas para pintarse unas nuevas.
¿Cómo iniciaste en el stand up?
Era 2010 y no había cursos ni talleres de stand up, sólo el open mic de comedia en Beer Hall (Puebla 372, Roma). Ahí fue donde inicié. Un día fui a ver cómo funcionaba y a la siguiente semana me subí. Así empezó todo.
¿Qué temas abordas?
Mi comedia ha crecido y cambiado conmigo. Los standuperos tenemos una opinión y nos gusta darla. Al principio me guiaba por hablar de ser mujer y ser lesbiana, mas no son temas pilares en mi comedia; creo que encasillarse es grave porque soy muchas cosas y es de lo que me interesa hablar.
No somos a lo que nos dedicamos ni nuestras preferencias sexuales. Somos un chingo de defectos y de virtudes, eso es lo que me gusta abordar en mi comedia. Por eso la gente se identifica, porque no necesitan ser gay para entenderme, sólo tienen que pensar y sentir.
Hasta el momento, no ha habido un tema que no toque. En mi show hablo de todo: de cómo somos los seres humanos, cómo pensamos, actuamos, sentimos e interactuamos entre nosotros.
¿Cuál ha sido tu presentación más desastrosa?
Hace tres años me invitaron a cerrar un evento lésbico en Guadalajara para 400 mujeres. Cuando me tocó subir, 360 nos ignoraron y las otras 40 deseaban que nos bajáramos. Ya estaban muy enfiestadas y lo que menos querían era escucharnos. ¡Fue terrible! La sufrimos muy cabrón, todo estaba en contra, pero terminamos el show. Al final te dejas ir, no es una presentación que disfrutes, pero la terminas.
¿Cuál es tu standupero favorito?
Se complica porque cada vez hay más. Clasifico qué tanto me gustan y si me siguen haciendo reír después de oírlos muchas veces y aunque ya me sepa los chistes. Esos son los que más me gustan. Por ejemplo, Nicho Peña me gusta muchísimo.