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[title]Si alguna vez escuchaste que los opuestos se atraen, el nuevo show de Netflix de Raúl Meneses y Coco Celis lo comprueba. Luego de un año con un show sold out en Cine Tonalá y una última aparición en Cinema Coyoacán, este duo dinámico llega a la plataforma en línea cargados de vivencias personales que nos hacen reír de la vida y olvidarnos un poco de las penas.
En Carrusel de ternura, ambos standuperos presentan monólogos que se van alternando. Identificamos la intervención de cada uno de ellos con un cuadrado neón que se pone azul con Raúl y rojo con Coco. Un formato no muy grato que pareciera romper con la continuidad de algunos chistes.
La unión de Coco y Raúl se dio luego de abrir juntos uno de los shows de Carlos Vallarta en la CDMX. Desde entonces, Raúl —a su vez miembro del colectivo de standuperos LGBT X Somos Chavas— encontró el compañero perfecto del crimen. A simple vista su unión parece improbable: mientras Raúl se define así mismo como estructurado y ñoño, Coco se caracteriza por ser más espontáneo y relajado. Así se convirtieron en Batman y Robin de la comedia.
Con el humor que lo caracteriza, Raúl saca provecho de su estatura pequeña y voz aguda para darnos carcajadas con temas que van desde la comida, pasando por los estereotipos gays, hasta chistes un poco subidos sobre su abuelita (sí, su abuelita) y Coco nos recuerda a los robachicos, el verdadero amor de su vida y las frases que usaban nuestros padres para regañarnos.
Raúl tiene el propósito de luchar por la internacionalización, de no quedarse en chistes demasiado locales y no encasillarse como un stand up únicamente gay. Este es su primer paso para lograrlo, bueno en su caso pequeño gran paso.
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