Club Antifaz un bar para homosexuales
Ilustración: Time Out México

Reseña

Club Antifaz

3 de 5 estrellas
  • Gay y lésbico
  • Cuauhtémoc
  • Crítica de Time Out
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Time Out dice

Un ligue me invitó a El Mundano, un foro punk bastante agraciado y auténtico en Eje Central Lázaro Cárdenas 130. La banda de punk-pyschobilly-psicótico en la que toca el bajo se presentaría esa noche. La idea era que después del concierto nos fuéramos a mi casa, pero las cervezas y los chingadazos del slam nos pusieron a punto de ebullición. Hicimos un espectáculo soft porn cerca de la barra y nos metimos al baño, pero a los pocos minutos empezaron a tocar la puerta. Le habíamos echado seguro. 

- Creo que abajo hay un bar gay o algo así, porque no vamos al baño de ahí, seguro no nos molestan tanto.– me dijo. Así conocí el Club Antifaz.

Como todos los clubes de sexo gay, la entrada es prácticamente anónima, aquí algunas coordenadas: se ubica al costado del icónico Hotel Virreyes y están un piso debajo de El Mundano. Si no das con la entrada, ubica el toldo verde del antro punk y sube las escaleras.

Se trata de un espacio que en proporción, se extiende de la misma forma y tamaño que El Mundano, de hecho hasta comparten de algún modo el mismo impulso trash y punk. Vayan con la idea de que le falta lujo y le sobra actitud. Tocas el interfón del lado izquierdo y en una ventanilla debes anotar tu nombre o pseudónimo y según la poca sobriedad que conservaba aquella noche, también debes anotar tu rol sexual. Al entrar hay una especie de mazzanine opaco que la hace de vestidor.

Por lo que entendí los precios varían constantemente a lo largo de la semana, pero una guía básica puede resumirse de la siguiente manera; el cover general es de $100, los estudiantes o jóvenes de entre los 18 y 23 años pagan $70 y si te animas a quitarte la ropa y andar encuerado el precio es de $50, aunque la mayoría elige deambular en calzones o jockstraps.

En la ruta le siguen un bar con refrigerador que ofrece cervezas a $25 y latas de Jack Daniel’s a $30, si quieres una, el encargado aprieta un botón, sacas tu trago y te lo anotan a una cuenta que debes liquidar a la salida. Después viene un pasillo en penumbras con diminutos privados para los que buscan acción sin fisgones y el único mueble dentro es un sillón individual de vinipiel con raspones. Suele haber hombres esperando, si la química funciona, entras y cierras la puerta.

Le sigue una especie de laberinto oscuro con el suelo resbaladizo de sudor y que remata en un cuarto con dos grandes sillones, ahí es donde ocurre la interacción orgiástica. Por supuesto cuentan con un baño y la música es como del bar más promedio de la zona rosa. Un jovenzuelo que se la pasó persiguiéndonos por unos minutos nos contó que un buen momento para conocerlo es domingo al rededor de las seis.

Si vas acompañado, como fue mi caso, no hay necesidad de dar tantas vueltas para encontrar al tipo perfecto. El lugar no es tan grande pero su interesante distribución ofrece la ilusión óptica de que es un lugar de profundidades insospechadas. Se está convirtiendo en un sitio en el que convergen toda clase de tribus urbanas y la potente diversidad aporta un experiencia diferente a los clubes de este tipo.

El bajista y yo estábamos dispuesto a dar un espectáculo como en las películas del cineasta canadiense Bruce LaBruce, pero no hubo mucho tiempo. Cierran a las 10pm y quizás por esto es un club que huele a espíritu un tanto post adolescente. Abren temprano y algunas de sus promociones son pensadas para el nichos de los twinks (chicos jóvenes).

Detalles

Dirección
Eje Central Lázaro Cárdenas 130
Centro
Ciudad de México
06000
Transporte
Metro Salto del Agua.
Precio
$100
Horas de apertura
Lun-dom 9am-10pm
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