Americana tiene muchos secretos que quiere que descubras. En esta casa colonial de la Juárez, al caer la noche, despierta un club nocturno con diferentes facetas e incluso, se cambia el nombre de vez en cuando para que seas tú mismo quien descubra su forma de ser.
En Americana la música electrónica, el arte y un espectáculo teatral que deja ver mucha piel, convergen en noches de muchos tragos y espectáculos que entretienen a la vista; son fiestas con mucho movimiento y erotismo para que sientas tus madrugadas aventuradas a lo desconocido. A este club, tan versátil, se le antoja ser alguien diferente las noches de los jueves y los sábados: Lola y Maximiliano, respectivamente y cambia la naturaleza de Americana para recibir al ambiente LGBTTTI de la ciudad.
Mantienen la esencia de Americana: acceso relajado, taquilla retro para pagar tu cover y las obras de arte de Gildo Medina en un pasillo con alfombra roja, enrejado y con luces estimulantes para darte la bienvenida a lo desconocido. Por dentro se nota que algo ha cambiado. Te encuentras las miradas provocadoras, los looks de los invitados con ese cuidado extra hasta en el peinado y el sonar del pop, electro pop y house que provienen de dos salas diferentes.
En la sala principal, de dos pisos, te vas a encontrar con una cabina de dj al estilo del Partenón con luces que relumbran, algunos sillones aterciopelados, otros de piel y una barra lista para servir los tragos a precios altos. Ahí, entre luces rojas, azules y lila, verás la pista de baile moviendo a los noctámbulos con los éxitos del pop, como Kabah, Fey y Thalía, además del electro pop, retro pop y reguetón que de alguna manera te ponen a cantar y a bailar. Te advierto que musicalmente sólo cumple con el estereotipo de un antro gay aunque los sábados el concepto es pop house.
Lola es sofisticada y Maximiliano exigente, si disfrutas de la música electrónica hay una sala especialmente dedicada a los beats. Ahí el ambiente se siente más privado y elegante al ser un espacio más pequeño; hay sillones blancos y amplios para que tomes una mesa frente al dj que seduce a la vista y al oído. El tono de las luces es neón, se crean sombras y movimientos al son del house; es agitado sin llegar a ser intenso, es ideal para bailar y dejarte seducir por la noche. Este lugar es muy solicitado una vez entrada la madrugada y es donde querrás estar.
El escenario es selecto, aunque tienen la expresión relajada de la Juárez y el ambiente gay es más comportado que en otros sitios. Si corres con suerte, te puedes topar con algún personaje como Zemmoa.
Entre cuerpos fitness, lociones embriagantes y licoreras de cristal, Lola y Maximiliano te quieren conocer.