La Suite Bar Cuentan los rumores noctámbulos de la vida gay que el mejor día para visitar La Suite es el jueves a partir de las seis de la tarde, hora en la que arrancan sudorosas fiestas exclusivas para hombres. Una vez dentro hay que despojarse del pudor (y de un poco más). El primo de un amigo nos contó que se ponen bastante agitadas, sobre todo en la parte de la terraza. Quizás, cuando la temperatura es más fuerte que los decibeles, no importa tanto que el sonido esté mal ecualizado y las instalaciones no sean precisamente elegantes. Es un local de tres niveles que satisface la demanda de un público gay poco exigente. Aunque hay cadena, sólo es una señal equívoca de su interior cero pretencioso. Los tragos no escapan al rango de la Zona Rosa: cervezas de 35 pesos y tragos desde 55 pesos. Los fines de semana La Suite es mixta. Entrar cuesta 75 pesos porque tienen DJs invitados. A diferencia de otros sitios, los chicos solitarios son bastantes y entablar comunicación es fácil, por lo que ligar es parte de su oferta. Pussy/La Gayta Es un local partido en dos, unidos por una barra en medio debajo de un marco desde donde se puede ver lo que ocurre del otro lado. En el Pussy las paredes están tapizadas de rosa, mientras que en La Gayta hay estampas de hombres desnudos. El Pussy está pensado para chicas, La Gayta para chicos. Ambos son bares muy pequeños con no más de cinco mesas, más los bancos que se encuentran en la barra que separa estos dos espacios. Abren desde la una de
El Marrakech Salón De alguna manera, este local cabaret-galería-gay-kitsch-retro-medio-izquierdoso fue el que convirtió a la calle de República de Cuba del Centro Histórico en un destino alternativo a la Zona Rosa. Y lo de alternativo va en serio. Es inevitable que no se escuche a Katy Perry, o que la oferta-demanda rosa que predomina en estos días de empacho de apertura hacia todo tipo de diversidad sexual exija que el dj ponga “La maldita primavera”. Pero, en algún momento, suenan también Radiohead o los Pixies. “Tienen que”, dice Víctor Jaramillo, uno de los propietarios del Marrakech Salón, un antro gay que en cuatro años ha logrado lo que muy pocos clubes gays de la Ciudad de México: hacerse de una personalidad propia, a partir de los estereotipos e incluso uno que otro insulto Hecho en México hacia todo aquello que parezca gay. Aquí la constante es el humor y una colorida capacidad de burlarse de uno mismo, algo no muy común en la comunidad LGBTTTI capitalina, que suele ofenderse por casi todo. Desde la ubicación se percibe como un club diferente. Se encuentra en una de las calles menos restauradas del Centro Histórico de la Ciudad de México, la de República de Cuba. Conforme las luces exteriores del Marrakech se apoderan de la media noche, la decadencia de los edificios descarapelados que flanquean al Marrakech se vuelve glamurosa y de una estética envolvente. No hay cover, ni cadenas, ni cadeneros que te embrollen la entrada. Sólo un personal de seguridad que se aseg
Elektrosundays by Hibrido La leyenda cuenta que quienes se atreven a entrar a este concepto que arranca a las 10 de la noche en domingo, terminan por buscar un after party en pleno lunes a eso de las 7 de la mañana, mientras el resto de los mortales se ajusta la corbata, a punto de salir a la oficina. En otras palabras: no es para cualquiera. Elektrosundays son fiestas organizadas por los administradores del Hibrido, aquel club que se encontraba al interior de la Plaza del Ángel en la Zona Rosa y que hace un par de meses cerró sus puertas, para dedicarse exclusivamente a la diversión de los domingos y sus noches. Suceden dentro de las instalaciones del Venue, un foro que combina las dimensiones de un cine antiguo con la tecnología y las luces de un antro grande. Con este mix logran convocar de 600 a 800 personas cada domingo. La música se compone por sesiones de circuit y pop de ayer y hoy. Los organizadores se encargan de buscar buenos djs en distintos puntos del país, por lo que la presencia de hombres y chicas provenientes de Guadalajara, Monterrey o Aguascalientes es constante. No obstante cada domingo cuentan con la presencia de Lester García, Iván Orta, Viktor Gi y Christian Quiroz; sus residentes. La entrada es de 100 pesos y los tragos son económicos: 30 pesos las cervezas y sus respectivas cubetas de 10 por 250, también hay vodkas, rones y tequilas a partir de 60 pesos,que aumentan de precio de acuerdo a la nacionalidad y marca. Pueden solicitar cortesías llamando a
Te presentamos la oferta LGBTTTI en una de la zonas con más vida nocturna en el DF Si ya te aburrieron los bares de Zona Rosa y el Centro, te recomendamos las mejores opciones en Polanco para los amantes de las fiestas nocturnas. Envy Bar Con este movimiento de locación pareciera que el Envy pretende seguir los pasos del Living, en cuanto a eso de andar errante. Se cambió de los andares de Lomas de Chapultepec a una de las avenidas más transitadas de Polanco y tal parece que es una buena noticia, porque el ambiente sigue siendo el mismo: no hay nada más somnífero que un club donde ya conoces hasta el minuto donde el DJ pone Single Ladies. Reinauguraron el 31 de agosto y la novedad son sus instalaciones más minimalistas y contemporáneas, aunque los grandes éxitos sigan siendo de la década de 1980. Como es tradición (y engorro) la cadena no es cosa fácil. El cover se mantiene igual que antes y la hora de apertura se extiende a las 4am y es necesario hacer reservación. Guilt Se encuentra en el interior de un discreto centro comercial sobre Anatole France, en Polanco. De alguna manera mantiene el mismo criterio de selección para entrar que el Envy: no camisetas sin mangas, no shorts, no chanclas, no chispitas sobre camisetas sin mangas, no gorras de beisbol. Sin embargo, sí existe una gran diferencia: entrar es mucho más fácil y, una vez dentro, todo es más alivianado que en el Envy. Incluso la música es un poquito mejor. Rage El Rage abrió en febrero de 2014 con un propósito de
Cansados de recorrer República de Cuba y la Zona Rosa, nos lanzamos al oriente en busca de nuevos lugares Cuando llevas más de 10 años en la vida nocturna gay del DF, es inevitable sentir el hartazgo de salir cada fin de semana a los mismos lugares. El rutinario peregrinaje por el universo homoerótico del Centro de la ciudad se vuelve aburrido.Por eso, en últimas semanas exploré la zona oriente y redescubrí lugares de ambiente que refrescaron mi amor por las fiestas salvajes. 608 Night Club Cruza la cadena y conoce este exclusivo antro que ganó fama con el nombre de Hit Night Club gracias a las fiestas temáticas que organizaban los jueves con espectáculos de stand up y shows de gogo dancers. Ahora son los viernes y sábados cuando dan de qué hablar. Cada semana tienen djs invitados de la escena del DF, como Maurizio Zendejas y Joy Marquez quienes amenizan los viernes de techno. Por eso el sello del lugar es la variedad músical, cuentan con noches temáticas de salsa, rumba, reggaeton y electrónica. Así que hay para todos los gustos.Sus bartenders manejan a la perfección todos los tragos clásicos, me sorprendieron con un gin tonic y un cosmopolitan. Destaca la velocidad y amabilidad de los meseros al servir los cocteles. A pesar de esto, la mayoría de los asistentes opta por comprar botellas, el whisky y el vodka son las bebidas más populares en las mesas. Cactus Bar Destaca por las provocativas fiestas temáticas que organizan todas las semanas. Aquí hay música pop y los mejores
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