Cabaret en la CDMX
Foto: Khrystell Zavaleta
Foto: Khrystell Zavaleta

Bares gay de República de Cuba

No te pierdas la mejor oferta de esta calle del Centro Histórico

Publicidad

Hay calles que nunca duermen. República de Cuba, en el Centro, es una de ellas. Te retamos a que visites en la misma noche estos cuatro hot spots arrabaleros.

Si te quedaste con ganas de más visita otros bares gay del Centro.

Conoce la oferta LGBTTTI de esta calle del Centro

  • Gay y lésbico
  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

De alguna manera, este local cabaret-galería-gay-kitsch-retro-medio-izquierdoso fue el que convirtió a la calle de República de Cuba del Centro Histórico en un destino alternativo a la Zona Rosa. Y lo de alternativo va en serio. Es inevitable que no se escuche a Katy Perry, o que la oferta-demanda rosa que predomina en estos días de empacho de apertura hacia todo tipo de diversidad sexual exija que el dj ponga “La maldita primavera”. 

  • Gay y lésbico
  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4
Soberbia
Soberbia

Hayan pasado muchos o pocos años desde que abrió La Purísima (2010) y así su apertura, accesibilidad, buena música y ambiente queer arrabalero se haya modificado o no, admitámoslo: que un antro LGBT tan icónico en la CDMX abra nueva sucursal es algo que nos emociona a todos.

El antro gay del centro que nuestros lectores votaron como el número uno de la ciudad durante algunos años (Time Out Pride Awards), se reafirma como sitio clave para descentralizar la vida nocturna LGBT+, pues su nuevo bar gay Soberbia está a tan solo dos cuadras de La Puri, en República de Cuba 2: “Todo se lo debemos a esta calle, en 2010 la gente no iba a Zona Rosa porque ya estaba quemado. Hoy, que bueno que existan espacios como Rico y Baby que ofrecen algo y le dan apertura a esa zona. Buscamos apoyo de la policía auxiliar para que la delincuencia sepa que es una calle blindada. Estoy seguro que cuando la gente se siente a salvo regresan y se vuelve tu casa”, afirma uno de los dueños.

En Soberbia verás un maniquí vestido de Lady Gaga, uno de David Bowie y otro con miles de luces led, con vestuarios del artista mexicano de indumentaria Gamaliel Islas. La decoración es estilo 70, un tanto futurista con guiños al cineasta Stanley Kubrick, toques de arte pop y neones, en conclusión: un pastiche de joterías, motivos fálicos y luces en una rica combinación de arte (tal vez kitsch) bien planeada y con personalidad.

“Tenía ganas de un espacio con maniquíes, quería que de las paredes salieran manos. Entonces me dijo un amigo wey, ¿por qué no soberbia, pero con la misma tipografía de una tienda departamental? Me encantó la idea, pero si no te parece divertido, ya no nos interesas”.

Como buen bar gay, Soberbia apuesta por una experiencia que trastoca otros ámbitos culturales LGBT+; hay performances corporales con latex, intervenciones de artistas como Fernando Osorno (trabaja con las corporalidades a partir del papel) y prefieren experiencias eróticas más allá del típico stripper. El artista plástico Fabián Chairéz es algo así como el director de arte o conceptual del antro, si es que eso existe.

Ábrele tu corazón a este nuevo antro LGBT de la CDMX, pues se trata de un concepto totalmente diferente y nunca antes visto en México: un piso —de dimensiones similares a La Puri— que conserva la atmósfera que se vive en su antecesor: “Estamos acostumbrados a echar muy buena fiesta, no hay manera de fallar”. En el setlist hay mucho joti-pop,  variado en épocas, por parte de los djs residentes e invitados y sin tanto perreo.

“Sin ofender a nadie, no será una azotea con lucecitas colgando, será un lugar cuidado en cada detalle y que es la culminación de nuestro trabajo de 11 años. Empezamos con El Marra (ya no pertenece a los mismos dueños), luego salió su hermana mayor La Purísima y ahora Soberbia”, concluyó el anfitrión.

Recomendado: Nuevos antros LGBTTTI en la CDMX que debes visitar

Publicidad
  • Gay y lésbico
  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
El Buen Momento
El Buen Momento

Llegué antes de la medianoche a la puerta del Marrakech. Decidí esperar ahí, en medio del ajetreo de la calle, a ver si me encontraba con algún conocido o me ligaba a alguien. De pronto, comencé a repetir una estrofa como quien reza el padrenuestro: “…the smell of death is all around, and the night when the cold wind blows..” Era “Pet Sematary”, de los Ramones. La rola se escuchaba extraviada, o al menos era un hecho que no salía de las bocinas del Marra.

  • Gay y lésbico
  • Cuauhtémoc
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

La Purísima podría ser la versión disco del Marrakech. Ante el éxito del “Marra”, como le dicen sus clientes habituales, decidieron abrir un espacio, justo enfrente, mucho más amplio, más oscuro, pensado sobretodo para el baile y los besos en medio de estrobos. Antes de entrar, una espectacular frase enmarcada en luces te da la bienvenida con una instrucción, el único requerimiento para poder entrar: “Pare de Sufrirts!!”.

Publicidad
  • Vida nocturna
  • Vida nocturna
  • Cuauhtémoc
  • precio 2 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out

Arcón cabaretero que contiene: una estampa del diablo en el baño de hombres, dos posters de Maestro Limpio, una ostra gigante detrás del DJ, un afiche de Pérez Prado custodiado por tiburones… Y en los muros detrás de la barra: Marilyn Monroe enfrentada a una imagen de Jesucristo. Así es La Perla, un cabaret que data de 1946, pero que tuvo su explosión kitsch en los años noventa, cuando grupos como La Lupita aprovecharon para grabar videos ahí.

  • Cantinas
  • Cuauhtémoc
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Cervecería Viena
Cervecería Viena

Al intentar averiguar desde hace cuánto existe El Viena con un señor canoso, con la polo bien fajada -y que por la forma de dar órdenes y contar el dinero que entra y sale de la caja registradora, parece ser el capitán de meseros, gerente o algo parecido-, este únicamente suelta un gruñido de fastidio, niega con la cabeza, arruga las cejas y regresa a lo suyo: los billetes y una calculadora en la cúspide de la barra que divide al Viena en dos partes, el tradicional y el remodelado.

Recomendado
    También te puede gustar
    También te puede gustar
    Publicidad