Este espacio está dedicado a las flores, pero no las venden, sino que ofrecen tranquilidad y la invitación a cuidar de tus emociones y tu ser a través de las flores. El concepto de este centro de desarrollo de conciencia y bienestar está inspirado en la sanación ancestral a través de la medicina florar y de la idea de que la esencia de cada flor nos brinda una cualidad que apoya nuestro desarrollo.
Toda gira entorno a lo anterior. En el Salón Tierra (galería), el artista visual VENA2 ofrece piezas personalizadas en diferentes técnicas y soportes que unen la medicina floral y los mandalas a partir de una sesión personal en la que pones tus propias intenciones; en técnicas como aerografía, impresión digital y con soportes variados como joyería, cuadros o espejos. También cuenta con una boutique de artículos diseñados por ellos y bajo el mismo concepto: libretas, mochilas, vajillas, mats de yoga y ropa para que puedas resonar con tu prenda.
En los salones Aire, Sol y Luna del segundo piso hay terapias holísticas y espirituales, así que puedes probar y sanar con psicología transpersonal, medicina floral a base de gotas, imanes y hasta reiki. Mientras que en la terraza, Salón Vida, casi diario hay clases de yoga (7am y 7pm) y meditaciones canalizadas colectivas (8pm), estas tienen diferentes temáticas, desde una problemática social del momento hasta astrales. También se ofrecen las actividades meditativas y sensoriales tituladas Infiltración y Paz y luz, con música en vivo.
Casa Florecer, en la Cuauhtémoc, además funciona como una especie de coworking, pues las áreas están en renta —exclusivamente para actividades relacionadas con el desarrollo humano, la espiritualidad y la conciencia—, lo que enriquece su oferta con una cartelera de diferentes procedencias.
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