El Ocho, café-bar recreativo en el corazón de la Condesa, es ese lugar que tiene la atmósfera de Central Perk (la cafetería de Friends).
Aunque su mudanza de Ozuluama a la México se tradujo a un lugar más amplio, los fines de semana hay que ser pacientes para que te asignen mesa. Funciona como café, bar, restaurante y lugar de juegos. Al fondo tienen una terraza para complacer a los fumadores. Sus paredes de bloques de hormigón gris y la chimenea horizontal le dan un toque sofisticado.
Un gran librero guarda todos los juegos de mesa que tienen; quien quiera usarlos sólo tendrá que tomar la caja y dejar en prenda una identificación. Sin duda, sus ofertas lúdicas más atractivas contrastan entre sí: la primera, papelitos para jugar “basta”, “timbiriche” o “gato” en el servilletero de cada mesa; la segunda, una enorme mesa touch e interactiva que hay que reservar con antelación.
La carta es como de cafetería, con entradas como nachos, jocoque y verduras con chile; o bien, pastas, bagels y pizzas. También hay platos fuertes como la 88, una pechuga rellena de espinacas y queso en salsa blanca. Para calmar la sed, el lugar ofrece infusiones, cafés, licuados o coctelería tradicional, como piñas coladas y margaritas.