Es un proyecto del arquitecto Ramiro González Delsordo. Fue inaugurado en 1969 y el principal reto fue acoplar un escenario amplio para el movimiento de los bailarines y las butacas en un espacio reducido. Para lograrlo, eliminó varias filas de butacas y le dio prioridad a la escena.
En sus inicios se llamó Miguel Covarrubias y fue la sede del programa de Ballet Clásico de México, dirigido por Clementina Otero. Tiene un escenario tipo italiano (en forma de herradura y con un sólo frente) con un aforo para 340 personas.
Actualmente es la casa de los eventos de la Coordinación Nacional de Danza y su apuesta principal rebasa el ballet clásico, hay eventos de bailes de salón, danza contemporánea y performance.