Aceptémoslo, las reclusas de Orange is the New Black han puesto de moda las prácticas que suceden en la cárcel, como tatuarse. Pero no sólo eso, sino que a través de sus historias nos han mostrado que también tras las rejas, a pesar de las fallas y actos en los que esas personas hayan incurrido, hay talento.
Prison Art es una marca que ofrece carteras, bolsas y fundas de producción artesanal con un rasgo muy peculiar: todas las piezas de piel están tatuadas a mano. ¿Qué puede ser más bad ass que eso? Los diseños retoman iconografías prototípicas del universo del tatuaje carcelario: hay pin ups, calaveras con llamas, catrinas y lobos, pero también cuentan con dibujos japoneses tradicionales, como carpas doradas, e ilustraciones de fauna silvestre.
Además, al adquirir una de estas bolsas estarás ayudando a la rehabilitación de los presos de diferentes centros de readaptación del país. Los artículos de Prison Art son fabricados por ellos y la fundación PROARCA (Proyecto de Arte Carcelario) los apoya para que puedan obtener el sustento para sus familias estando dentro y fuera de la prisión.
Pronto habrá una boutique de Prison Art en el hotel Downtown, en el Centro Histórico. Pero en lo que eso sucede, puedes adquirir estas bolsas y accesorios a través de su página de Facebook: Prison Art.
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