La Pelu

En una ciudad como el DF es normal, hasta cierto punto, que sucedan accidentes de todo tipo: de tránsito, amorosos e, incluso, sexuales. El mío fue más bien estético. Por azares del destino —que tienen que ver más con mi pigmentación y circulación sanguínea—, mi pelo comenzó a verse rojo. No me había dado cuenta hasta que me preguntaron más de una vez si lo había pintado.

No sabía bien lo que pasaba, lo único de lo que estaba seguro era que debía hacer algo. Lo primero que pensé fue recurrir a un tinte casero, pero el oso de comprar el “café alborada” en el supermercado fue demasiado. Así que hice lo que nunca nadie debe hacer: puse agua oxigenada en mi pelo. El problema, por supuesto, se hizo peor. Así qué decidí poner mi cabellera en manos de un experto antes de perderla.

Mientras vislumbraba a quién encomendar esta difícil misión, di con La Pelu, un salón que abrió en la Juárez hace no más de tres meses. Fue creado por Jonathan Mas, un estilista español que en México ha trabajado con personajes del Canal de las estrellas y colaborado en editoriales de moda. Después de pensarlo un poco, y como no tenía nada más que perder -sólo el cabello feo-, llamé para agendar una cita.

El local está junto a un gimnasio; más que una concept store, es un salón decorado muy Pinterest. La música de La Pelu se confunde con la de la rutina de pilates del otro lado de la pared, pero no es motivo para que no te puedas sentir apapachado y, ¿por qué no?, relajado.

El local es atendido por Daniela, quien desde que pones un pie en el local estará al pendiente de ti. Cortes de pelo, tintes (del color que quieras) y maquillaje son los tres servicios básicos que están en el menú. Los precios dependen de lo que quieras o, en mi caso, de lo que necesites.

Bastó un par de vistazos para que Daniela pudiera darme un diagnóstico: “no se nota mucho. Podemos aclarar el pelo hasta dejarlo sin color y aplicar un tinte o podemos darle un tratamiento rápido que va a matar el rojo. Tú dime”. Me fui por la segunda opción, menos dolorosa para cartera, según yo.

Mientras Daniela pone manos a la obra, puedes preguntarle cualquier duda que te surja sobre el cuidado del pelo: que si las puntas, o que si quieres una melena gris…

Al final de la sesión de reparación, ella comenta que puedes llamarle si el resultado no es lo que buscabas. Después del reto del pelo rojo, yo por supuesto regreso. 

Ojo, aunque está abierta durante la tarde, La Pelu es para los nocturnos, así que más vale hacer una cita antes de caerle.