En nuestro país, son los jóvenes quienes se encuentran reconfigurando la escena de la moda mexicana. A través de sus prácticas y modos de hacer han trazado nuevos caminos que se desvían de estereotipos e intereses meramente comerciales. A propósito de su participación en la exposición de fotografía de moda mexicana Origen, platicamos con la fotógrafa María Fernanda Molins.
¿Cuál fue tu primer acercamiento al mundo de la fotografía?
Mi abuelo coleccionaba cámaras y las tenía en vitrinas en su casa, siempre que iba me llamaban un buen la atención. Cuando cumplí seis años, mi papá me regaló una Fisher Price, con eso comencé a tomar fotos. Un poco más grande, como a los 11 años, les dije que quería ser fotógrafa. Mi papá, como era arquitecto, se lo tomó muy en serio y siempre me compró libros y revistas del tema, me presentaba a personas que se dedicaran a ello. Desde muy chica estuvo muy claro que eso era lo que me llamaba la atención.
Pero después, estudié otra cosa, entré a coordinación y diseño de moda. Y aunque estaba ahí, me inclinaba más hacia foto y editoriales. Yo era la que hacía los trabajos de foto de todas. A los 19 años empecé a trabajar formalmente en el mundo de la fotografía.
¿Qué fotógrafos han influido más tu trabajo?
Cuando tenía 14 años, pensaba que estudiaría fotoperiodismo, pero vi una editorial de Tim Walker en Vogue y me di cuenta que esa estética de la belleza me gustaba más. Después crecí y conocí el trabajo de Tim Barber.De él me gustaba que seguía haciendo fotografía de moda y de otras cosas, pero de una manera más honesta y más natural, sin tanto retoque ni producción. A partir de ahí entendí que ese estilo también se valía y que yo podía retomarlo, pues me siento más identificada con su producción. Mi otra influencia es Nan Goldin, no tanto por su técnica, sino por el feeling que le da a las imágenes.
¿Qué implican las imágenes que capturas? ¿Buscas tener una historia en ellas o solamente capturar el instante?
Un poco de ambas, porque hago un montón de photo diary. Pienso que mis amigos son algo muy increíble, entonces siempre me ha inspirado bastante ver todo lo que hacen y hacer cosas con ellos, entonces estoy constantemente documentando mis días y ellos son una parte muy importante. Sí es mucho del momento, todo el tiempo traigo una cámara en mi mochila y si voy a un lugar en el que sé que va a pasar algo interesante, tomo fotos. También tengo ensayos visuales de cosas que yo necesito transmitir de alguna manera, o a veces simplemente sacarlo. No sé escribir, entonces tomo fotos porque si no me volvería loca. Por ello pienso que es un poco de ambas.
Has colaborado con varias publicaciones, entre ellas Rookie. ¿Cómo fue que llegaste a esa revista?
En el 2012 les mandé un mail diciéndoles que me gustaba la revista y que me gustaría colaborar con ellos. Les conté quién era y lo que hacía con mis días –desde con qué tomaba las fotos hasta lo que hacía con mis amigos, que era lo que me gustaba documentar. Un mes después me escribieron y me asignaron un tema. Me pidieron un pitch de lo que quería hacer, lo reenvié y a partir de ese momento me hicieron parte del staff, del cual formo parte desde entonces.
¿Qué piensas que Rookie le aporta a esta generación?
A mí me hubiera gustado tener esa revista en la prepa. No es un espacio que dicte lo que está bien y lo que está mal, en realidad cualquier cosa es bienvenida. Es un sitio libre para compartir y decir yo “hago esto o tengo una duda sobre esto”. Tienes toda esta comunidad de chicas y chicos que se ayudan entre sí en diferentes aspectos, desde moda hasta cosas difíciles, como abusos o cuestiones de identidad. Es una comunidad y un espacio seguro. Soy la única de Rookie de México.
¿Cómo ves el panorama de la moda mexicana? ¿Cuál es tu diagnóstico?
Está bien difícil hablar de moda considerando cómo está el país ahorita. No es que la moda no importe, de hecho como movimiento social es algo súper importante y mucha gente dice que puede ser banal y superflua, pero todos nos vestimos de cierta manera por algo, aunque a veces no nos sentemos a pensar por qué me puse este suéter hoy.
Sólo me gustaría que la gente sea honesta en todo lo que haga. Me refiero a que si quieren hacer moda, sea porque de verdad les gusta y no sólo por pensar en darle a la gente lo que quiere. Supongo que el pronóstico siempre va a ser bueno si existe honestidad en todos los involucrados.
¿Cuál es la importancia de un proyecto como Origen?
Lo que Ornella y Sabine están resaltando al crear este tipo de espacios y plataformas es muy importante. Me emociona mucho estar al lado de un buen de gente chingona, qué bien que estoy siendo parte de esto. Yo nunca había estado en una exposición de moda, y no es banal para nada, tiene todo un trasfondo y es gente a la que le apasiona su trabajo. Es interesante que estas chicas hayan encontrado a esta gente y la juntaran. Cualquier persona que esté creando cosas y haciéndolas bien, siempre va a ser importante para mí.
¿Crees que es importante pasar por un proceso de legitimación a la fotografía de moda?
Si es importante porque la moda puede ser un montón de cosas. Me gustaría que la gente se acerque a las fotos y vea que no sólo es Photoshop ni ropa carísima que no pueden comprar. Habla de quiénes somos.
¿Quiénes son tus fashion icons?
No puedo decir que tengo un fashion icon, en realidad toda la gente que se atreve a hacer cosas. Si hay personas afuera atreviéndose a ser quienes son, todas ellas podrían llegar a ser mis fashion icons.
¿Honestidad sería la manera como podrías definir tu estilo personal?
Sí. Hay que ser honestos siempre.
¿Cuál es tu must en tu outfit?
Jeans negros y sudaderas negras. Creo que una vez que encuentras lo que te gusta y con lo que te sientes cómodo, te da lo mismo. Prefiero yo gustarme a ponerme algo con lo que me voy a sentir súper incomoda sólo porque la gente me diga que me veo muy bien con un vestido.
¿Cuáles son tus tiendas preferidas?
No estoy casada con nada; cuando algo me gusta, no me importa de quién sea. Es padre cuando compras cosas usadas, reciclando cosas que todavía están bien. Me gustan los buenos básicos, que son caros pero que duran mucho, como jeans Levi’s o American Apparel –que no me late tanto últimamente ya-, también las camisetas blancas de Calvin Klein. Creo que hay que irnos por las cosas que nos vayan a durar.
El peor fashion crime que hayas cometido en tu vida.
Cuando era teenager me gustaban un buen de cosas y me ponía de todo al mismo tiempo. Tenía mis amigos emo, mis amigos surfers y las que usaban glitter, entonces llegaba con mi playera glitter, mis shorts para surfear y mis Vans, y con un flecote que tenía glitter también.
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