En un viejo edificio de la Juárez se ubica este espacio que promete brindarte lo necesario para cuidar tu cuerpo y espíritu de manera plena a través del yoga.
Las normas éticas de esta disciplina, llamados Yamas y Niyamas, se reflejan en las instalaciones. El blanco de las paredes, por ejemplo, se asocia con el principio de no violencia. El espacio se distribuye en dos pisos con iluminación cálida. En el primero se dan masajes tailandeses y se practica meditación. En el salón del segundo nivel los maestros de yoga hacen lo suyo.
Blanco Yoga ofrece clases de Ashtanga dirigida y Mysore, Dharma Yoga, Vinyasa Krama, Vinyasa, Hatha y estilo Iyengar con profesores certificados. Hay horarios especiales para principiantes, pero la mayoría de las sesiones son multinivel. ¿Un tip? Los domingos puedes aprovechar una clase comunitaria a bajo costo.
Para completar la experiencia yogui, hay una tienda con libros, tapetes, accesorios y ropa especial para el ejercicio. También se acondicionó una pequeña barra de madera con conexiones para que los alumnos puedan trabajar o simplemente disfrutar una taza de café.
Este estudio es un ejemplo de que el espacio bien aprovechado puede brindar una práctica integral en el camino del aprendiz de yoga.
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