Un vino blanco de gran clase y muy distinguido porque es atípico o muy diferente a lo que comúnmente encontramos en el mercado es Fransola. Se trata de un vino de pago elaborado por la emblemática Bodega Torres.
Un vino de pago es aquel que proviene de un viñedo específico y que generalmente rodea al castillo o bodega donde se elabora, evitando que la materia prima se maltrate al ser transportada.
Elaborado 100% con uva sauvignon blanc, este vino ha sido fermentado y criado en barrica de roble americano, lo que lo hace diferente, pues generalmente se usa roble francés para la elaboración de un vino blanco.
Intensos aromas donde destacan las frutas, como el kiwi, sobre notas especiadas y mentoladas. Este vino tiene una gran estructura en boca, sintiéndose carnoso y muy agradable al paladar. A pesar de toda su complejidad de aromas y sabores -propios de la variedad de uva, del terruño y de la barrica-, es un vino fácil de beber. Lo podemos acompañar con espárragos gratinados, verdolagas en salsa verde, enchiladas suizas, pavo al horno, chiles rellenos de queso, ensalada de lechugas mixtas con queso parmesano y un toque de arúgula o con pescado a la sal.
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