Si alguna vez vieron una película de Mauricio Garcés, se sentirán totalmente dentro de la cinta si visitan esta tienda. Todo está impecable y hay objetos y muebles restaurados, principalmente de los años sesenta y setenta.
Lámparas, burós, repisas, cómodas y otros objetos conviven con obras de arte con muchos colores y formas que remiten a las épocas de la psicodelia, el funk y el surf. La mayoría de los muebles tiene un toque de madera, pero están muy bien conservados, sin manchas o rayones.
Hay cámaras antiguas, algunas cabinas telefónicas rojas que son originales, cerámica, esculturas de distintos metales, es un sueño para quien ama lo retro. Javier Carral es el encargado de que en conjunto todos estos objetos sean una pequeña cápsula al pasado.