Plumas, postales, discos, libros, playeras, portavasos, llaveros y hasta réplicas de famosas pinturas de Diego Rivera y Rufino Tamayo. En pocas palabras, suvenirs de todos tamaños, formas y colores es lo que encontrarás en la tienda del Palacio de Bellas Artes.
Sin problemas, podamos decir que se trata de un lugar para extranjeros dispuestos a pagar 50 pesos por un lápiz, aunque nunca falta el residente que cae en esa trampa.
Los precios van desde 15 hasta mil pesos; obvio depende lo que busques. Muchos artículos como alhajeros, joyas, esculturas, muñecas, estuches y bolsas, son artesanales, por lo que son más caros.
Es una tienda pequeña, todo está a la vista y difícilmente te perderás de algo. Lo que falla es la poca atención de los vendedores cuando los clientes entran a la tienda; no te dirán “buenos días” o “bienvenido”, se limitan a enseñarte cosas de los aparadores, cual robots.