Desde hace tiempo me gusta comprar orejas aquí, y también algunos pastelitos, pero apenas hace poco me enteré de que se trata de la panadería más antigua de la ciudad, instalada en la esquina de Tacuba y Palma ni más ni menos que en 1870, cuando una migración importante de vascos hizo posible la “mexicanización” de las piezas de pan dulce de Euskadi, particularmente del valle de Baztán.
Además del rico pan dulce tienen platillos salados como empanadas de bacalao, comidas corridas y hasta enchiladas de mole, ¿por qué no?