Entras por una puerta de edificio entre restaurantes en plena Zona Rosa, subes unas escaleras de madera y es el local de mano izquierda. No es un salón que se preocupa mucho por su decoración como uno “chido” en la Roma o uno más "nice" de Polanco, de vista, no das mucho por el lugar.
El valor no está en su caparazón sino en su interior, en Ssoni Park y Jenny Heo. Las dos coreanas abrieron hace cuatro años, pero la primera en llegar a México fue Ssoni. Ella estudió en varias escuelas de belleza en Corea y Japón, vino a visitar una amiga y terminó quedándose y abriendo su estética. Lleva diez años viviendo aquí y le encanta, sólo no le gustan los tamales.
A Hair Charisma viene gente de todo tipo: coreanos, mexicanos, extranjeros, niños, hipsters, señoras, oficinistas y viejitos. Tiene una clienta de más de 90 años, ciega, que lleva mucho tiempo cortándose el pelo ahí y que todavía sus hijos la llevan a que la pongan guapa. Hay todo un culto alrededor de “la peluquería coreana”, preguntas por ahí y mucha gente ha oído hablar de ellas y tiene cosas que contar. Fui a buscarlas y llevamos a Julio, quien decidió deshacerse de su look de “náufrago” o “trovador de Coyoacán” y dejar que Ssoni le hiciera un cambio de imagen.
Nota: Jenny y Ssoni viajan mucho para tomar cursos en Estados Unidos y Europa, entonces es mejor hablar para hacer cita y conocer el costo de sus servicios.