Abrió hace poco más de un año como una tienda de vinos con una selección de etiquetas de todo el mundo. También, si decides quedarte a comer, encuentras en el menú una variedad de comida gourmet sin pretensiones y de buena calidad.
Las paredes están repletas de vinos, latas, aceites especiales y muchos más productos gourmet de alrededor del mundo. Hay zona de quesos y charcutería con una exquisita variedad y un refrigerador con cervezas importadas. Para comer hay sándwiches, crepas, lasagnas, ensaladas, quiches, quesos y una carta de vinos ejemplar.
Si te quedas a comer te ofrecen una combinación de alimentos con vino (si lo requieres, ahí te ayudan a maridar) y la posibilidad de pedir que te abran una lata de ostiones y que le pongan unos cuantos al sándwich de queso gruyere que pediste.