Restaurantes y cafés en la Doctores

Ningún otro plato tiene el poder de hacernos sentir tan apapachados como un humeante caldito caliente. Aun si no estamos enfermos, un caldo reparador siempre se agradece. No es gratuito que haya cientos de preparaciones acuosas a lo largo del país, desde el caldo de res norteño hasta la sopa de lima yucateca.   Marco Cariño y Lisset Montes se vieron desanimados en su búsqueda de lugares que ofrecieran comida nutritiva y a buen precio, por ello se volcaron a investigar sobre caldos para hacerlos ellos mismos en un pequeño local de la Doctores.  Su objetivo era justamente crear un menú breve pero que volviera a las bases de lo que es comer bien: caldos colmados de vegetales y proteína, pero los suyos además están reforzados con caldo de huesos cocinado durante doce horas, el cual aporta mayor cantidad de colágeno y minerales que el cuerpo puede aprovechar fácilmente.  Los dos protagonistas de su carta son platos de sus respectivas familias, chilate de Oaxaca, un caldo ligeramente verde por el toque de chile serrano; y el puchero de Tabasco, de caldo rojo por el chile guajillo. Ambos pueden ir con pollo o res y puedes agregar tuétano para más placer. Además hacen algún especial que cambiará cada temporada, como pozole o caldo de gallina.  Para acompañar mi caldo me fui por la “bebidita refrescante”, de jengibre, limón, miel y agua mineral que le hace honor a su nombre. Fuera de los caldos no te pierdas las Rickiñas, que son enchiladas verdes colocadas en capas como un pastel,...

Después de llegar a México en 1947, Fritz Brack abrió un restaurante que sirviera las especialidades de su país natal, Alemania. Su gentilicio se vio reflejado en la maestría del local al preparar riñones estofados bañados en salsa de vino tinto y las wursts (salchichas alemanas). Cuentan con cinco tipos de éstas, y puedes pedirlas fritas o al vapor. Recomendamos la krakauer frita: 320 gramos de carne de res, cerdo y ternera sazonada con semilla de mostaza; con guarniciones como sauerkraut y papas. Además, ofrecen más de 90 tipos de cervezas de países como Alemania, Bélgica, Estados Unidos y México. Por las tardes hay música en vivo, en invierno preparan cervezas calientes para el frío y en Oktoberfest, por supuesto, celebran a lo grande. 

La comida transforma vidas cuando la educación se vuelve un utensilio. Gastromotiva es un proyecto social que nació en Brasil y llegó a la CDMX para extender el poder de la gastronomía a través de clases, talleres y capacitaciones.  Es un proyecto de transformación social a través de la cocina cuya misión es promover la inclusión y el desarrollo personal de jóvenes que quieran reintegrarse a la sociedad por medio del amor a la gastronomía.  En un país con 2 millones de personas desempleadas, de acuerdo con datos del INEGI, ¿qué soluciones hay? Gastromotiva México tiene motivos suficientes para alimentar la enseñanza. El chef y emprendedor social David Hertz creó Gastromotiva, y en México abrieron finalmente un espacio de clases en la Doctores, con aula y cocina para dar capacitaciones en cocina industrial y técnicas básicas, mismo que puedes visitar todos los jueves. Incluso enseñan a sus alumnos a armar un currículum y cómo hablar en una entrevista. Hay talleres abiertos al público, desde clases de ramen con chefs profesionales, y cenas mensuales cuyo costo se usa en beneficio del proyecto. Ponte atento a sus redes para conocer estos y más eventos. Debes saber que… Tienen una red de apoyo de restaurantes para obtener becas, entre los que figuran Lalo!, Eno, Lardo y Paprika, y Mássimo Bottura apoyó con una cena especial.  IG: @gastromotivamexico

Su plato representativo es el caldo de pollo. Estratégicamente lo sirven muy caliente para que, mientras se enfría un poquito, tengas chance de platicar en una de sus mesas comunales. Desde las 7pm, cuando el merendero abre sus puertas, ya hay una fila considerable. Familias enteras han pasado por las mesas del restaurante en el tiempo.  “Cuando abrimos atendíamos al abuelo, ahora llegan los nietos”, cuenta doña Esther, quien lleva casi 60 años encargada de la caja. No han cambiado las recetas de sus platillos y los vecinos lo agradecen con fidelidad. Los caldos son suntuosos, los tacos crujientes y los guisados, picosos y sazonados a la perfección. 

Doña Carmelita tiene mas de 10 años en la esquina de Dr. Lavista y Rafael Lucio preparando los tacos de bistec más jugosos de la zona. Se comen con papas que doña Carmelita guisa para darles más sabor, también ponle un poco de nopales y salsa sin escatimar. Otra de sus especialidades son las quesadillas fritas. Visitar los Tacos Carmelita es obligatorio en un día de luchas en la Arena México, aunque el pretexto sobra cuando ves el tamaño de lo que prepara, un verdadero aniquilador del hambre por sólo 15 pesos. Además de antojitos, también encontrarás una plática amena con la propietaria del puesto.

Galera es un espacio de confluencia experimental y alternativa, aquella que tuerce los sentidos de la mejor manera y permite mayor apertura social. Bajo esta escena multidisciplinaria, surge el restaurante, área designada para que la cocina popular del mundo alcance el paladar de quienes se atrevan a recorrer el globo bocado tras bocado. El objetivo es promover sinergias entre comunidades a través de una bien nutrida programación que abarque pop-ups, cenas itinerantes, talleres y más. Ha pasado la cocina de Joaquín Cardoso y Sofía Cortina (Hotel Carlota, Roma Bistrot y Loup Wine bar), así como de Ricardo Rafael del proyecto Saté. La mesa para 80 personas a lo largo y céntrico del lugar llama la atención, es angosta para que los comensales conecten entre sí. A un costado se asoma la barra con coctelería creativa y clásica, desde mixología con mezcal, hasta cervezas y gin. Cuando no hay evento para tirar la casa por la ventana (bueno, no literalmente) de lunes a viernes opera con menú económico inspirado en las fondas mexicanas, comida casera por $110 e incluye dos platos, postre y agua fresca. No hay manteles largos ni poses, el restaurante Galera es desenfunde de raíces gastronómicas y de un panorama culinario que tiene mucho para ofrecer. Busca los eventos en redes sociales para no perdértelos. Si tienes un proyecto gastronómico que quieras impulsar en este espacio, escribe a: programacion@galeragalera.mx.

Es un lugar que los fines de semana se llena ya que es el sitio predilecto para curar las penas que llegan después de una buena fiesta. Procura llegar lo más temprano posible. Esta es la mejor referencia en la Doctores para comer una birria estilo Jalisco, de chivo. El platillo es caliente, picoso y abundante, además las tortillas son recién hechas. Si no te quieres comer el plato grande, puedes pedir el tradicional vasito de consomé con un molcajete especial de costilla, arrachera, nopalitos y queso fresco. El choriqueso o una orden de guacamole son la mejor opción para abrir apetito. Disfruta del mariachi los sábados y domingos acompañado de unas cervezas heladas, puedes pedir un tarro tamaño vikingo con clamato y chela de barril. 

La Doctores solía asustar a los incautos. Ahí en donde termina la Roma, el imaginario popular solía conjurar imágenes de asaltos a mano armada. Sin embargo, poco a poco, la Doctores se ha reposicionado como un barrio que vibra, orgulloso de sus 126 años historia, su arquitectura y sus espacios de reunión.En medio de esta colonia se encuentra el Mercado Hidalgo. Si necesitas cualquier aditamento relacionado con electrodomésticos, llegaste a la meca. Aquí encontrarás esos enchufes imposibles de conseguir, así como freidoras, lavabos, tuberías, alambres de todo tipo y hasta tinacos.Pero lo mejor es la comida. La sección dedicada a las garnachas es interminable y, por supuesto, te toparás con todo tipo de garnacha frita y rellena de sabrosura. Dentro de las opciones, destaca la oferta de mariscos. Y para mariscos, está Cazamar.Al principio esta marisquería era un local más del mercado; su popularidad los llevó a ocupar casi un ala completa. Vine a ella porque me hablaron de una delicia muy particular: una piña ahuecada rellena de mariscos, al puro estilo de Playa del Carmen, en donde la fruta además se sirve gratinada con abundante queso manchego.Nos sentamos frente al estacionamiento, en medio de marchantes que vienen y van y compradores apurados. Nos dicen que la piña ya no está en el menú, pero que todavía es común que la pidan, aunque tarda casi 20 minutos en estar lista. Para preparar nuestros estómagos, ordenamos unas empanadas de pescado y un coctel de camarón,...