
Si Rodolfo Valembrando -el adolescente protagonista de la novela De perfil- recorriera las actuales calles de la Narvarte, donde vivía en los sesenta cuando José Agustín escribió ese libro, se sorprendería de cómo ha cambiado. Seguramente, su jovial energía encontraría refugio en las costillitas barbecue del Pinche Gringo o en las noches de juerga de la cantina La Valenciana.
La Narvarte está mutando. Conserva sus parques, como el de las Américas, llenos de familias que pasean los fines de semana, pero ahora montadas sobre bicicletas tándem y con helados artesanales de cardamomo en mano. El barrio se resiste, pero tampoco pone freno de mano.
La colonia (cuyo nombre, según una teoría, proviene del presidente venezolano de 1835 llamado Andrés Narvarte), se cimbró en lo que fuera la Hacienda Narvarte, a la orilla del Río Piedad (Viaducto). Hoy es justo esta avenida la que no sólo la separa de la Doctores y de la Roma, sino que la permea con su identidad y la encuadra en un perímetro que poco a poco va cobrando una nueva personalidad, una más moderna y atractiva, pero adornada con sus estéticos edificios de mosaicos color pastel, avejentados y clásicos.
Este especial enlista y te cuenta los lugares que le han dado un nuevo aire, como los cafés de especialidad, los restaurantes que le apostaron a un concepto diferente (como Fruta Editorial, una juguería librería), sin dejar de lado el cuadrante obligado de tacos, que le dieron fama, sabrosura y gordura.
Te invitamos a recorrerla. Empezar en Metro Etiopía, tomar Diagonal de San Antonio, pasar por unos taquitos yucatecos de El Maquech, luego un caldito de camarón a Rómulo's, dejar el postre y el café chemex en María Café, tomarle una foto a cualquier detalle kitsch en Salem Witch Store & Coffee y rematar la noche en la cantina La Valenciana, que nunca tiene falla.