Esta pequeña cafetería ofrece una de las recetas más exquisitas de la ciudad. Hay roscas tradicionales y rellenas de crema, ya sea, de vainilla, naranja o chocolate, siendo esta última la más pedida. Se manejan cuatro precios: la chica tradicional cuesta $25 y rellena $38; la grande tradicional cuesta $80 y rellena $110. Esta es una buena opción para aquellos que prefieren productos orgánicos, libres de azúcar y harinas refinados.
Desde hace 71 años, la Pastelería Suiza hace roscas suaves rellenas de crema de nata: un sabor inigualable. Este producto ya es un clásico en las colonias circundantes al establecimiento. Es importante hacer la compra con anticipación ya que se agotan en tan sólo unas horas.
En el corazón de la Roma se encuentra un establecimiento que ha destacado por su pan artesanal y por el olor que se despide al hornear sus bizcochos. Preparan roscas rellenas de crema de almendra y decoradas con azúcar de almendras. No contienen frutos y cuestan al rededor de $250. Tienes que apartar porque se acaban rapidísimo. Una verdadera delicia.
Aquí las roscas están hechas a base de harina integral, lo cual es una buena opción para aquellos que desean comenzar el año cuidando su alimentación. Los precios de esta casa son muy accesibles. Por ejemplo, la rosca tradicional grande cuesta $240, la tradicional mediana $125 y la tradicional chica $70. Te recomendamos estar al pendiente de las promociones que ponen en el pizarrón de avisos o checar su perfil en redes sociales para conocer las sugerencias del día.
Como cada año, este restaurante prepara tres tipos de roscas rellenas de avellana, mazapán y queso; cada una decorada con ate, cerezas e higos secos y barnizadas con huevo. Hay dos tamaños: familiar e individual (que sólo se venden en paquete de 4 piezas), ambas con un precio alto pero que vale la pena por el gusto que deja en el paladar. La de queso es la favorita de muchos clientes por su textura y sabor, además de que es la más barata.
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