Nativo Taller Gastronómico, cocina mexicana contemporánea en Planco
Foto: Alejandra Carbajal
Foto: Alejandra Carbajal

Restaurantes y cafés en Polanco

Las mejores opciones para comer y tomar café en esta zona de la CDMX

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Polanco es una de las zonas más exclusivas de la Ciudad de México. Puedes visitar desde tiendas exclusivas, museos en Polanco; el museo Soumaya, uno de los más importantes de la ciudad por su impresionante arquitectura, galerías en Polanco para conocer artistas veteranos y emergentes o dar una vuelta por el parque Lincoln

Las opciones no terminan ahí, si estás en el mood fiestero visita los mejores antros y bares en Polanco o alguno de los 15 lugares imprescindibles de Polanco que seguramente no te decepcionarán. 

Pero lo más importante es la hora de la comida, así que si andas por la zona y te ruge el estómago, no dudes en visitar alguno de los lugares de esta lista. 

Recomendado: Los 50 mejores restaurantes en la CDMX

Dónde salir a comer en Polanco

  • Fusión
  • Polanco
  • precio 4 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Entrando encontrarás paredes de piedra que conservan una parte tradicional, murales, sillas de colores y espejos que lo llenan de modernidad; el dinamismo de Carajillo, en Masaryk, se presenta tanto en el área de abajo como subiendo las escaleras, hay una cocina diferente tanto en planta baja como arriba. En la cocina de planta baja encontramos platillos mexicanos adaptados con ingredientes de diferentes regiones; carnes rojas, pescados, mariscos y un gran uso de vegetales. Uno de los favoritos es el tlacoyo con escamoles, de maíz azul y una cama de chicharrón prensado, pero si te atraen las adaptaciones orientales tienen rollos primavera que resultan en una combinación de texturas suaves acompañadas de soya y un toque de jugo de naranja. De fuertes hay un salmón con costra de pistache que se siente crocante y tostadito, acompañado de puré de papa estilo rústico. Pasa a la terraza para sentirte en Tulum: un mural pop e impresionista te da la bienvenida, contrastando sus colores con el resto del lugar y su música. El head bartender Juan Valderrama desarrolló una carta inspirada en lo fresco y tropical, por lo que hay preparaciones con sandía, guanábana y limón, junto con otros factores sorpresa como las burbujas de humo de fresa. De ese lado, el chef Juan Arroyo basó su menú en elementos asiáticos: de entrada hay sashimis como el de atún con un toque picante de habanero con mango, aguacate y ajonjolí tostado, o el de huachinango con vinagreta de cítricos. Los crab cakes...
  • Cafés
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Cuántos postres te han dejado sin palabras por su belleza? Acaba de llegar a México un proyecto nacido en Guadalajara que, no hay duda, será la sensación de Instagram. La Postrería es el “restaurante de postres” del chef Jesús Escalera, quien ha trabajado con los mejores reposteros del mundo como Albert Adriá o Jordi Roca. Jesús fue reconocido como Best Pastry Chef en los 50 Best Restaurants Latinoamérica 2018 gracias a que va más allá del postre como un mero conjunto de elementos dulces. Sus creaciones juegan con todo tipo de ingredientes (incluso salados que jamás los pensarías en un postre) y técnicas experimentales para lograr creaciones que no pierden el balance en sabor. Sin olvidar que las vistas invitan a contemplarlos con fascinación, al menos durante el tiempo de su efímera existencia.  ¿Cómo funciona? En La Postrería hay dos tipos de postres, los de vitrina, que están listos para comer o que los lleves a tu casa, y los “postres al plato”, que son los que se preparan al momento y debes consumirlos en el lugar. De hecho, en esta sucursal puedes ver a través de una ventana cómo los chefs Sergio Calderón y Arturo Magdaleno hacen que cobren vida. Para mí, el más lindo fue el “Bosque”: un trío de hongos rosas con consistencia de merengue plantados sobre una tierra de pistache, eucalipto y frutos rojos, con helado de té limón y cremoso de matcha escondido entre la tierra. Más tierno, imposible.  Otro plato precioso e innovador se llama “flor de vainilla”, lleva,...
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  • Cafés
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Si soltaste las lágrimas cuando se fue la panadería Boulangerie 41 de la Condesa, te tenemos grandes noticias. Ahora encuentras sus delicias en esta cafetería en Polanco.   Conejo Blanco cree en la magia, como el conejo que sale del sombrero o como la que ocurre cuando un croissant se transforma en el horno hasta que aparecen las deliciosas capas del hojaldre, un truco que aquí ocurre cada mañana. Pero llegar a este nivel no fue arte de magia, los asesoró el chef panadero Peter Yuen, campeón de concursos internacionales de croissant.  ¿Sabes qué sucede cuando se cruzan un croissant y un muffin? obtienes uno de los panes más virales del momento; al que sus creadores, panaderos australianos, bautizaron como “cruffin”. Ellos son las estrellas que harán que te detengas si los ves en la vitrina de Conejo Blanco. Según el botón de crema que los adorna por encima vas a saber el sabor del relleno. Hay de nutella, dulce de leche y (mi nueva obsesión) el de guayaba, más los que se suman cada temporada.  Al pedir recomendaciones para acompañar mi pan, me contaron que el purple latte (con extracto de lavanda hecho desde cero) es una de las bebidas más pedidas, tan popular que no lo encontré disponible, pero lo bueno es que siempre habrá café. En mi visita tenían dos perfiles que consiguen directamente con los productores, sin intermediarios. Uno de Oaxaca y uno de Chiapas. Probé 一porque nunca lo puedo dejar pasar一 un flat white, muy balanceado. Luego, siguiendo sus sugerencias y...
  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Ekilore hace referencia a la "flor del sol" o eguzkilore, un cardo que crece en territorios del país Vasco y, según las leyendas antiguas, se cree que protege contra malos espíritus y brujas al colocarla en la puerta de las casas.  Convenientemente, este restaurante cambió su ubicación, del norte de la ciudad al nuevo sitio, a un lado del Centro Vasco, en Polanco. Su gran barra de pintxos, las vigas de madera y letreros en euskera asemejan una taberna vasca. “Todos los que entran a esta casa, se vuelven de esta casa” nos explican que versa el mensaje sobre la barra de la entrada y es cierto. El chef Pablo San Román se pasea entre las mesas contagiando su buen ánimo e invitando a probar algo que difícilmente encontrarás en México: sidra de manzana servida del tonel. Para llegar al barril hay que bajar a la cava, en el sótano del restaurante. Al abrir la llave sale el chorro de sidra a presión y debes formar tu vaso para probar esta bebida que no es como las sidras comerciales; si te gusta la kombucha, tiene cosas parecidas, con esa efervescencia natural y un suave sabor fermentado. Acompáñala de unas croquetas de chipirones en su tinta, que además del sabor intenso, son súper vistosas por su color negro.  En Ekilore el chef vuelve a las recetas de su pueblo con platos potentes en sabor, como el chuletón de vaca vieja o el pescado a las brasas al estilo Orio: una gran pieza de pescado con la salsa vasca preparada con ajo, perejil, cayena, vinagre y mucho aceite de oliva de...
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  • Cafés
  • Polanco
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
¿Suaves o duros? Los hay para todos los gustos: de chocolate, de almendras o de mantequilla. Me refiero a los crujientes biscottis recién hechos en el Caffé Biscottino, la nueva revelación de Polanco. Se esconde en un localito urban chic, como lo define su dueña Maggie Bejar, quien nos contó la historia de cómo nació la idea de este café y lo que lo hace diferente y único entre todos los que hay en la ciudad. Maggie es una fiel creyente de las buenas vibras y la energía, y asegura que no le fallaron al escoger el lugar donde quería que Caffé Biscottino abriera sus puertas. “Un presentimiento me trajo hasta aquí, vi buena energía en el lugar y pedí informes, cuando me di cuenta ya estaba firmando los papeles del contrato. Para mí era muy importante que el lugar tuviera vibra positiva, pues para tomarte un café tranquilamente, solo o acompañado, es necesario estar en un lugar agradable”, cuenta Maggie. “Grupos de amigas y amigos, gente de negocios y personas solas vienen a relajarse y platicar, para tomar un café y acompañarlo con alguno de los panes de hojaldre o muffins hechos en casa”. Todos los detalles están previamente pensados, empezando con la máquina de café italiana, La Marzzoco, fabricada a mano, por lo que hay muy pocas en el mundo. Un conocedor sabe lo que significa que esté hecho con esta máquina. El café que se hace en el Biscottino es nacional, traído de Oaxaca y Veracruz. Se trae verde y se tuesta con la ayuda del experto Salvador Benítez. Él es dueño de El...
  • Brasseries
  • Polanco
  • precio 3 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
En ocasiones, el peso del adjetivo “francés” gravita demasiado sobre la cocina y el prestigio. Aquí, además, pesa la tradición del restaurante original en Saint-Germain des Prés, lugar donde se reunían los escritores y los intelectuales del viejo París. Por ahí estuvieron Proust, Hemingway, Camus, Genet. Ahora recibe a celebridades de Hollywood y a políticos de talla mundial. Todos suelen esperar, pacientemente, una mesa, igual que cualquier persona, porque no se hacen reservaciones. Pero eso es allá. Ha pasado más de un siglo desde que abrió sus puertas en París, y el nombre se ha globalizado. Nosotros tenemos nuestra propia sucursal, con el mismo nombre, en la zona hotelera más importante del país, y aquí sí se admiten reservaciones. Es significativo que Lipp se encuentre ahí: la versión mexicana es un restaurante de cinco estrellas con bellos arreglos florales, columnas jónicas, finas maderas y grandes espejos y candelabros. Una brasserie, en sentido estricto, es un lugar donde se prepara cerveza artesanal, y eso tampoco pasa aquí realmente. Aquí el rey es el vino (de hecho, posee hasta un club enológico a cargo del sommelier Gerardo Téllez). Aquí todo es, pues, otro ritual. Pensemos mejor en un fino restaurante de comida alsaciana, y no tanto en todo lo que Lipp representa. Domina la cocina el chef francés Jacques-Olivier Borja, con 20 años de experiencia en los mejores restaurantes de Champagne, Francia. Presenta sus platillos con sofisticación y amor por el detalle,...
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  • Polanco
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Emilio es ese lugar al que todo aquél que le tenga cariño a la cocina española debe visitar por lo menos una vez en la vida; además es hogar de nuestra siempre amada tarta de queso. Ahora acaban de estrenar su menú de desayunos y teníamos que experimentar la cara matutina de este clásico de Polanquito.  La frescura de su terraza frente al parque Lincoln lo coloca directo entre los lugares perfectos para desayunar con mamá o para ponerse al corriente con amigas que no ves hace mucho y extenderse por horas, ya que el servicio siempre está atento a lo que necesites. Esta nueva carta de desayunos se sale de lo estrictamente español. De hecho, encontramos platos de sabores mexicanos que ya son hits de otros de los restaurantes del grupo Carolo, así que si eres fan de este grupo, seguro te sentirás como en casa. Del lado mexa, probamos los chilaquiles con cecina bañados con salsa de habanero tatemada que no fue muy picante y llevan suficiente proteína para una persona bien comida. Del lado español hay, por ejemplo, pan tomate con verdadero jamón serrano y queso manchego.  Pero primero lo primero, es decir, un café con un panecito. Considera que las piezas de panadería de la casa son bastante grandes. Cuando veas la canasta (inserte emoji babeante) sé el primero en sugerir que alguien comparta contigo su rollo de croissant. O, si tu antojo dulce es mayor, uno de los favoritos (para comer y para tu feed) fue la torre de hot-cakes, a la cual puedes verter salsa de avellana, maple o...
  • Cafés
  • Polanco
  • precio 1 de 4
  • 4 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
Amati Deli
Amati Deli
Más alegres que buenos son los días desayunados en Amati, este pequeño deli, juice bar y cafetería de tonos blancos y amarillos que te despiertan la pupila. Amati significa disfrutar de la comida en náhuatl y amado en italiano, dos ideas que se me antoja combinar. Se encuentra entre los griegos Arquímedes y Heráclito, una de las partes caóticas de Polanco que no amaina más que de madrugada; pero a tempranas horas cae ideal entrar a este deli por un café, un jugo o un petit déjeuner (desayuno en francés) antes de seguir en la locura.  La decoración es muy original con detalles en madera, conservaron la pared de ladrillo pero está perfectamente recubierta en pintura blanca, se siente demasiado limpio. Sobre las mesas hay un par de plantas y las sillas son metálicas; el diseñador de interiores es un genio pues además de aprovechar los espacios al máximo en un local tan pequeño, logró un concepto contemporáneo con un tono de personalidad muy marcado que grita comodidad y siéntete en casa. Lo malo es que no te quieres ir cuando terminas tu café. A la derecha de la entrada están dos refrigeradores abiertos con los munch y los delis, las estrellas de la modalidad de servicio de Amati, otra genialidad pues el flujo es muy práctico: entras, eliges del refrigerador u ordenas en la caja, pagas y te vas si llevas prisa, si no, te sientas y relajas un rato las ideas. Para pedir es más fácil de lo que el menú te hace creer, pues aunque tienen muchas opciones, sólo tienes que saber dos...
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  • Japonesa
  • Polanco
  • precio 1 de 4
  • 3 de 5 estrellas
  • Crítica de Time Out
La modalidad de este restaurante es la de una comida corrida, pero al estilo japonés, como sus dueños que siempre están al pendiente de la calidad de los alimentos. Es un lugar pequeño por lo que a la hora de la comida estará muy concurrido por oficinistas de Polanco; además de ser muy económico, la comida tiene el sabor tradicional de Japón. Para ordenar es muy sencillo. En el mostrador frente a la entrada encontrarás los guisados del día para que selecciones. Puedes elegir de dos paquetes lunch, uno con arroz blanco al vapor y otro con yakimeshi (arroz frito con verduras), en esos paquetes puedes incluir desde uno a tres platillos y sopa; por ejemplo, puedes elegir un paquete de yakimeshi con un guisado y sopa miso por 75 pesos. Los platillos para los paquetes van variando, puedes encontrar desde una carne de res con verduras, hasta unos camarones fritos en salsa de rábano picante, los sabores son cuidados ya que las recetas son auténticas japonesas, aunque a veces podrás encontrar algún platillo más tropicalizado y picante. Las sopas generalmente son de miso, aunque también podrás probar alguna de berenjena; son de sabores fuertes, reconfortantes y sobre todo nutritivas. También puedes ordenar un tazón de arroz, el guisado o una ensalada (verde o de papa) por separado y para beber tienen calpis natural (bebida fermentada) y té de cebada llamado muguicha. No pueden faltar los rollos tradicionales de Japón, tienen de atún o de salmón, de pepino o huevo o un futomaki,...
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