Estas tres colonias de la Ciudad de México tienen grandes secretos culinarios y de entretenimiento: puedes encontrar las mejores panaderías en la Narvarte, beber una chela fría en los mejores bares de la Nápoles o pasearte por la Del Valle, pero cuando de hambre se trata, debes acudir a los mejores restaurantes y cafés de estas zonas.
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Restaurantes y cafés en la zona
Nuestra querida Narvarte tiene un potencial enorme para dar cabida a nuevas propuestas gastronómicas; los chicos de Rudo lo saben porque son del barrio. De entrada, amamos todo proyecto joven que incursione fuera de la Roma-Condesa, pero este pequeño local, ubicado en una calle muy tranquila frente al parque Las Américas, es una de las nuevas joyitas de la colonia.
Al revisar el menú notarás una gran influencia de las cocinas de Japón, China y el sureste asiático; hay springrolls, ramen, arroz frito, sandos...en realidad se compone de una mezcla de todos los restaurantes por donde pasaron Gabriel y Frida, dos jóvenes chefs que ahora se divierten en Rudo con los sabores que les gustan. Por ejemplo, los postres son pop tarts caseras, sí, esas galletas rellenas de fruta que comíamos de niños viendo la tele.
Antes de seguir con nuestros favoritos, hay que advertir (jamás es queja) que aquí los platos son bastante grandes, así que entre más personas, probarás más cosas. De las entradas, el springroll de shortrib es el estelar, la hoja de trigo frita no es demasiado pesada y te deja saborear el relleno de estofado de res y hongos que, según nos explica Gabriel, está hecho con un "fondo maestro" cocinado por días para darle un sabor muy profundo a la carne.
Si buscas irte del lado más saludable, pide los rollos vietnamitas rellenos con verduras, semillas y hierbas aromáticas frescas. Saben aún mejor si los remojas en la salsa de cacahuate, que es su versión de la salsa Sambal...
Nueva York, al igual que la CDMX, es una ciudad de contrastes y en este lugar te sentirás en aquella calle neoyorkina que da nombre al restaurante, bar y cafetería oculto en Mítikah, un lugar para conversar a gusto sobre música, arte o negocios, donde lo más importante es su sencillo menú.
El bistró LudLow —que no brasserie francés— recibe a sus comensales con discreción. Una barra de café, bar al centro y mesas revestidas con mármol de estilo contemporáneo distribuidas con precisión, ocupan el espacio.
El menú es simple, eso te permite pedir algo para compartir y probar casi todo. Nosotros empezamos por unos jalapeños poppers rellenos de queso, muy bien fritos, con textura suave en el empanizado y crujiente al masticar. Después pedimos la famosa entrada del lugar, las coles de bruselas salteadas con tocino y vinagreta de salsa de pescado. Una combinación funcional con un ligero picor.
Seguimos con la ensalada de hinojo con manzana granny smith bañada en aderezo de yogur, bastante crujiente, que contrarresta el toque ácido del fruto con su aderezo. Elección fresca para limpiar el paladar. Pero, como somos glotones, también nos pedimos el mac & cheese con tocino que incluye un toque picante de chiles jalapeños, la porción es suficiente para dos.
Antes de hincarle el diente al platillo principal nos fuimos a la barra. Es perfecta para ir por un trago saliendo del trabajo o conversar con el bartender en turno. Adán, quien es maestro mixólogo desde hace una década, nos...
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Atención aquí si ya te autonombras catador de hamburguesas. Open House Burgers abrió sus puertas en la Nápoles, se trata de una hamburguesería creada por Daniel Aguilera, quien cambió trabajo de oficina para dedicar toda su pasión a las burgers, y con sus hamburguesas rellenas nos demuestra que fue una buena decisión.
Son rellenas porque llevan los toppings dentro de la carne, lo que hace que todo se impregne de los jugos y explote en tu boca. Estas dos reinas son, por una lado, la Alemana con carne de res, salchicha de res y queso gouda; y por otro la French, que lleva carne de res, queso gruyere y tocino glaseado.
Por supuesto no es todo, también tienen cuatro hamburguesas de la casa, dos de pollo empanizadas con hojuelas de maíz (tipo cereal) y tres premium, una de las cuales fue ganadora del Burgermaster Mx 2019. Nos referimos a la Western, preparada con aros de cebolla, tocino, salsa BBQ, queso americano y carne de res.
Si sabes que tu estómago no es contrincante para las hamburgesas de gran formato —no te juzgamos— o quieres probar varias, puedes pedir cualquiera en versión Slider (75 g). También puedes sustituir la carne por tiras de portobello asado o empanizado como opción vegetariana. Por último, puedes cambiar papas a la francesa por papas de camote.
Aquí el concepto es acompañarla con cerveza artesanal de la casa o un tinto de verano, el sello del lugar, ya que algo que los hace diferentes es que tienen una buena selección de vinos tintos, rosados y blancos...
Hagan de cuenta que uno de sus amigos de repente aprendió a hacer pizzas. Presa del entusiasmo que le genera la capacidad de cocinar ejemplares francamente superiores, les llama y les dice “tienes que venir a probar mi pizza”. Ahora hagan de cuenta que ese amigo ya se distinguía por su excelente gusto en cerveza y en múltiples ocasiones bebieron felices vaso tras vaso. Pues eso fue casi lo que me pasó con Lúpulo Pizza.
Dentro del bar de cerveza artesanal Hop the Beer Experience 2 en la Narvarte, a una distancia muy conveniente del metro Eugenia, Lúpulo inició sus operaciones. La diferencia entre una pizza cualquiera y una excelente, desde luego, son los ingredientes y aquí están muy conscientes de ello. Por lo mismo, la salsa de tomate es elaborada artesanalmente en la cocina del lugar. También la masa es resultado de un proceso único, ya que está hecha con bagazo (o sea el residuo fibroso que queda al hacer la chela) de cervecerías de la Ciudad de México.
Su estilo está inspirado en las tradiciones napolitana y newyorkina, pero las recetas están hechas aquí mismo, por lo que se da un cruce de identidades irrepetible. No podemos dejar de hablar del horno y es que quienes saben de pizza, saben que es quizá la pieza más importante; el horno de piedra de Lúpulo utiliza leña para alcanzar la temperatura ideal y lograr el sabor perfecto en sus pizzas: ese en el que hay partes de la masa que tienen ese famoso char (o sea, que se ve un poco quemado) tanto en la base como en las...
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La Del Valle es una linda colonia pero, no se puede negar, comparada con su vecina la Narvarte, se queda corta en opciones para comer y beber. Ahí está la taquería árabe Alay Alay, el bar Kaito o la icónica Fonda Margarita dando la batalla, pero apenas se está ampliando la oferta en esta zona sureña. Así llega Michi Sando, la nueva joya del chef Andrés Gallegos.
La carta es breve: los reyes son los sandos (sándwiches de estilo japonés) que fusionan la cocina asiática con la mexicana, aunque también encuentras ramen o una clásica sopita miso.
Antes de pedir, date un minuto para apreciar los detalles kawaii que hay por todo el lugar. Desde los hermosos gatitos de cerámica para colocar tus palillos o las ilustraciones de gatos que visten en las paredes, este lugar te hace sonreír. Y es que “michi” no solo hace referencia al amor universal por los felinos, sino que en japonés significa “camino”, así que también vendría a ser algo así como “el camino del sando”.
Ahora sí, de entrada probamos las michi tiras, que son tiras rebozadas de pollo con una salsa ligeramente picante.
Advertencia: ten en cuenta que las porciones aquí son extra-monchosas. Uno solo de estos sandos bastará para saciarte, además, por si fuera poco, van acompañados de papas fritas o bolitas de papa. El chef Andrés Gallegos (a quien quizás recordarás por sus videos foodies en Instagram) consolidó su pasión por la gastronomía asiática y la colocó entre sendas rodajas de pan de caja esponjoso que preparan in...
Mitikah se alza imponente en la Benito Juárez. Aunque la subida parece interminable, en la terraza del Palacio de Hierro encontrarás un mercado de posibilidades gastronómicas que esconde varias joyas. Siéntate en la barra de Pin-tó: vas a tener tu recompensa.
Pintó es el nombre de los contenedores tailandeses de metal en los que se transporta la comida, como el tupper que nunca quieres perderle a tu mamá. Hace dos años que Pin-tó nació como delivery que transportaba la experiencia tailandesa a la puerta de tu casa. De la mano de la chef de Galanga y Kiin Thai-Viet Eatery, Somsri Raksamran, nos salvaron de una pandemia insípida con ingredientes orgánicos y una carta que representa la variedad de sabores y texturas de esta cocina.
Hoy ya puedes disfrutar sus platos en local fijo, desde donde tienes vista a la cocina y su magia. Yo empezaría con unos Poh pia sod, los clásicos rollitos frescos con salsa de cacahuate; o con las brochetas de pollo al curry o de pork belly agridulce. De plato fuerte elige entre arroz, noodles y curry. Te recomiendo el clásico Pad kee mao, fideos planos bastante picantes con vegetales que hacen una fiesta salvaje en tu boca; o el Khao pad, toda una experiencia para los amantes del arroz y el huevito.
Si pediste entrada y plato fuerte, para entonces estarás más que satisfecho, las porciones son abundantes, pero como el postre va directo al corazón, termina tu viaje con el famoso sticky rice mango (Khao niew mamuang) o con un alucinante Banana...
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Quizás los chilangos todavía no entendemos el concepto de las tortas ahogadas, quizás es la eterna y artificial rivalidad gastronómica entre la Ciudad de México y Guadalajara, quizás es que no hemos buscado hasta el último rincón jaliciense en la capital. Quizás fueron todas las razones anteriores las que llevaron a Pedro Reyes (Taquería Tampiquito, la condenada Macha) a crear su propia versión de la torta ahogada en Las Bebas.
Lo que comenzó como dark kitchen en la pandemia ya tiene un local al sur de la ciudad y nos lanzamos a conocerlo. Reconocerás la esquina por su decoración blanco con rojo; la música de banda o corridos y el símbolo de un cochinito terminará de guiarte a tu destino.
No hay mucho qué pensar, aquí solo hay tortas y tacos ahogados (de carnitas y de papa), pero como seguro irás para sacar a tu tapatío interior, debes probar la torta. Está hecha con un pan que no es el clásico birote, sino una receta especial de masa madre, que cumple su cometido de no desarmarse una vez enchumbado.
Cuando la pides, la torta llega en seco en un plato hondo con cebollita en juliana, limón y a un lado dos tipos de salsas: una en una taza, para que tú mismo la ahogues a gusto o la chopees. Ésta no es nada picante y puede que la encuentres un poco plana, pero el chiste es combinarla con la más pequeña, la que sí pica y está bien condimentada. Yo fui jugando con ambas hasta dar con el nivel de picante ideal.
Sí, es una torta de más de cien pesos, pero la ración de...
Hay una nueva joya de la colonia Independencia. Eje 6, muy cerca del cruce con Eje Central, es una esquina ruidosa donde el tránsito nunca se detiene. Sin embargo, olvidamos todo eso una vez que nos instalamos en Radici, un lugar que hacía falta de este lado de la ciudad.
La distribución del lugar es un poco extraña. La cocina está abajo, abierta a la mirada de los peatones, mientras que las mesas se encuentran en el segundo piso, al cual se accede por una escalera naranja, muy industrial, que contrasta con los murales de escenas italianas que adornan las paredes. Arriba, la decoración es sencilla, informal, nada ostentosa. Como para un día cualquiera, excepto por un detalle: la pizza de Radici ha ganado concursos nacionales.
Como muchas pizzerías artesanales, la carta no es extensa, sino que privilegia platillos pensados y probados. Antes de la pizza, merece una mención la entrada de arancini. Seis croquetas redondas de risotto all pomodoro y rellenas de queso mozzarella con salsa arrabiata. Nada en ellas sobra ni falta.
Ahora sí, las estrellas del lugar. Se trata de pizzas napolitanas creada por el chef Joshua Serrano, cuya masa, aunque no es en sí masa madre, se fermenta de 24 a 48 horas, por lo que, nos explican, es ligera y se digiere muy fácilmente. Su original pizza Bologna (ricotta, mozzarella, mortadela italiana, pesto genovés, pistache en polvo y ralladura de limón eureka) ganó el 1er lugar en el Campeonato Mexicano de Pizza 2017. Y sin duda la presencia del...
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Quizás el más sobrio y formal de la lista de los restaurantes que obtuvieron el sello "Restaurants From Spain", pero sus16 años junto al World Trade Center lo hacen un viejo conocido de empresarios de la zona. Uno de esos lugares aparentemente serios y masculinos, que entre semana se presta más para comidas de negocios pero el fin de semana van familias de varias generaciones por el sazón de tradición y un servicio eficiente y limpio.
Como el nombre lo indica, Puerto Getaria va más hacia cocina del país Vasco, aunque en el menú también se deslizan clásicos de otras regiones como los callos a la andaluza o el gazpacho. Hay algunos vinos mexicanos pero la mayor parte, como puedes suponer, son españoles.
No tendrás duda de la destreza con que manejan el producto de mar. En mi caso, una buena porción de robalo en salsa de azafrán, con alcachofa, jitomate y escamas de papa. La salsa tenía mucho sabor y las papas, en lajas muy finas, se deshacían en la boca.
Tip: cada día de la semana hay un plato especial, por ejemplo, los miércoles de lechón al horno o los domingos de paella.
Hoy es el Día del Perro, además salió el sol, cantan los pájaros. ¿Ya sabes qué snack le vas a regalar a tu lomito luego de llevarlo a pasear? Local de Paletas es una nueva paletería pequeña pero muy instagrameable en la Nápoles con opciones para todos los gustos, incluso los perrunos.
Tienen dos paletas para perros hechas de caldo de pollo o de res, con una carnaza en lugar de palito. Para humanos hay más de 25 sabores, desde las que no tienen azúcar, hechas sólo con frutas naturales, pasando por las endulzadas con estevia como la de matcha-coco o taro, hasta las nada dietéticas pero muy antojables rellenas de chocorrol o gansito.
Para el precopeo de verano, échate una con alcohol de jamaica-mezcal, carajillo o baileys y si eres del team que le pone chilito hasta a los postres, tienen unas de de sandía o mango con chile, que puedes rematar echándole encima más chamoy o chilito en polvo al gusto, (quisiese, pero la gastritis...).
Además, cada mes hay cuatro sabores nuevos, aprovecha en julio la de clericot o algodón de azúcar mientras acompañas a tu perrhijo en su día especial.
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