Lugares para comer barato en la CDMX

Los mercados tienen la mezcla de colores, olores y gritos de los marchantes que puede ser tan divertida como abrumadora. “Pásele güerita” se escucha en todos lados, ves los caldos y las flautas y se te antoja todo. Solía ir al Mercado Lázaro Cárdenas para comer carnitas, ahora voy por las cemitas. El triunfo de los poblanos queda claro cuando uno prueba esta versión de la torta. Una de las mejores en la ciudad está en Cemitas Victoria de Enrique Zermeño.

Al recorrer el Barrio Bravo, nos dimos paso a un puesto que está escondido y es bastante reducido; y por lo mismo, te da la sensación de que llegaste al lugar indicado. Este local está custodiado por siete hermanos, todos hombres, cuya diferencia de edades varía mucho entre cada uno. Podemos decir que es uno de los mejores pozoles de la CDMX, tendremos que ir otros días de la semana a comprobarlo. 

Es la combinación de una tienda de abarrotes, una tienda gourmet, un supercito y una antojería oriental. La primera recomendación es no llegar con hambre, a menos de que tengas contemplado comer ahí. Este supermercado es el favorito de la zona pues tiene los ingredientes y los alimentos preparados que conciertan perfectamente con una alimentación saludable.

Los sándwiches son enormes y vienen en un pan con queso crujiente encima, buenísimos. Las pastas también, muy grandes. Entonces, al menos que no hayas comido en dos días pide uno o el otro. Es buena idea compartir un sándwich y una ensalada con alguien más. 

Una buena opción de comida sana a precio amigable para los oficinistas de la zona. El menú incluye un consomé con muchas verduras de verdad o una crema espesa que mantiene en equilibrio el sabor de sus ingredientes. Los principales pueden ser enchiladas, chilaquiles con carne asada o la alternativa light: pechuga o carne a la plancha.

Puedes disfrutar de sabores de la India ya mezclados un poquito con lo mexicano. Si tienes suerte, te tocará la sopa de frijol miso, las papas con salsa de tomate, pimiento y aceitunas con plátanos machos capeados con harina de garbanzo, y peritas en dulce para terminar.

El impulso de comer cosas ricas cuando ves buen cine es incontenible, y en la Cineteca Nacional ya hacía falta una nueva propuesta en ese sentido. Con su cocina abierta y un breve menú especializado en sándwiches, Señorito cumple con los antojos de los cinéfilos y con las restricciones del local, en el cual no se permiten estufas con fuego directo. 

Nos formamos en el puesto de Las Hermanas Morenas en donde el barrio asegura tienen los mejores tacos de moronga y longaniza. Para acompañar, hay una variedad de salsas y un suculento escabeche de chiles y verduras, para asegurar que se cumpla la cuota de chile.  Probamos la moronga, una de las especialidades, que resultó recién hecha, elaborada con sangre de puerco y cebolla en una exhuberante cazuela de barro. 

“No sé si dar la entrevista, de por sí ya no tenemos lugares y luego nos la refrescan”, comenta doña Alicia Reyes. A diario, sus comensales abarrotan su restaurante con 17 años de antigüedad para comer sus deliciosos chilaquiles con pollo o las pechugas a la cordon blue con salsa de chipotle.

Una buena opción para comer antojitos ricos por Polanco sin gastar más de 50 pesos es el tianguis de la Anzures. Por su locación, este mercado es consentido de los godínez del área para matar el hambre del "viernes casual". Prueba desde mariscos hasta una barbacoa o tacos al pastor.