Joss Whedon es el encargado de escribir y dirigir esta saga que, en su primera entrega, generó poco más de un billón y medio de dólares. El reto es difícil: una secuela que supere a su predecesora. Aunque no está solo, cuenta con un reparto de primera, comandado por Robert Downey Jr, quien cobró 50 millones de dólares por darle vida a Tony Stark. Ahí nomás.
La segunda parte de esta entrega inicia cuando Stark abandona la vida de superhéroe para concentrarse en un programa gubernamental que impulsa la paz mundial. Las cosas se complican cuando Ultrón, un experimento que se salió de control, se rebela contra su creador y decide eliminar a todo aquel que le estorbe en su misión: dominar al mundo.
Los vengadores se reúnen para salvaguardar la Tierra, pero salen a brote conflictos que les restan fuerza. Steve Rogers (a.k.a. Capitán América) y Tony Stark se enfrentan por viejos roces; Hulk -manipulado por la Bruja Escarlata- se agarra a golpes con Iron Man, situación que los villanos Quicksilver y el Barón Strucker aprovechan hábilmente.
Todo esto, mientras el mundo de los mortales atraviesa por una guerra civil. El panorama es oscuro, no hay luz al final del túnel. ¿O sí?