En 2006, el premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, publicó Travesuras de una niña mala, una novela en la que por 40 años seguimos a la aventurera e inconformista niña mala y su relación con Ricardo, un hombre noble e idealista. Esta historia empieza en Lima, Perú, para después llevarnos a Francia, Londres, y más países en el que seguimos las travesuras que hace ella con tal de conseguir sus sueños.
La plataforma Vix+ anunció el año pasado que adaptaron esta obra literaria convirtiéndose en su producción más ambiciosa hasta la fecha con Alejandro Bazzano (La Casa de Papel) de director. Ya se encuentran disponibles los primeros episodios de este cuento romántico con tintes políticos y sociales que tiene de protagonistas a Macarena Achaga (Luis Miguel La Serie) y Juan Pablo Di Pace (Fuller House) por platicamos con ambos actores.
Arlete es un personaje icónico, pero también es un personaje complejo y difícil sobre todo porque está en la delgada línea en que puede ser odiosa o detestable, pero tú lo haces de una manera que todo el tiempo quieres que ella gane, ¿Cómo logras que el público conecte con ella?
Macarena Achaga: Primero, gracias, porque era un poco el objetivo. Yo decía ¿Cómo voy a hacerle para que no me odien? Como bien dices, se puede malinterpretar y siempre para mí era importante hacer un personaje 3D donde la pudieras sentir completa, donde pudieras ver su profundidad humana, sus luchas, su humor. Eso le da al personaje una textura mucho más real y entonces no dices: es una mala. Es un humano que está haciendo lo que puede con lo que tiene, pobrecita. Entonces enfatizó y me compadezco con ella.
Juan Pablo, Ricardo es un personaje entrañable, noble que conforme va pasando el tiempo él va convirtiéndose en alguien frío, empieza a formar una coraza está por los golpes de la vida, ¿Cómo logras esto?
Juan Pablo Di Pace: Todo lo que dices, esos colores de tanto de ella como de él, es justamente un reto, aunque con la serie tenemos el lujo de que el personaje no lo conoces solamente por un par de horas, sino que vives con él 10 horas, con eso le pudimos dar todos esos colores, entonces fue un viaje. Ricardo se ve decepcionando de la vida, pero también va creciendo con las cosas que le hace ella a él, pero también con las cosas que le pasan a él, o sea, ella, por un lado, es un respiro porque él tiene una vida bastante tranquila, estructurada y por otro lado también ella le trae peligro, un constante peligro y excitación y entonces es una montaña rusa.
Ambos personajes son nómadas en el aspecto de que dejan su lugar de origen para irse a otro. Nosotros los estamos acompañando por distintas partes del mundo y justo ustedes dos de cierta manera son nómadas, ustedes dejaron su país para irse a seguir sus sueños y han estado trabajando aquí allá, ¿Cómo se relacionan con esto?
Macarena Achaga: Nos ayuda mucho, yo voy a hablar por mí, pero creo que a los dos nos pasa que de repente hay ciertas vivencias que si no han sido una inmigrante no las conoces, no las entiendes y eso nos acercó muchísimo a estos personajes. Yo siempre digo que hay un instinto supervivencia que se enciende cuando uno tiene que hacerlo funcionar porque no tiene opción, o sea, no hay adónde caer, entonces un poco esa resiliencia en estos personajes que no tienen chance de no lograrlo, de regarla porque no tienen a dónde regresar. Se me pone un poco la piel chinita porque de verdad me conecto. Siento que la serie se transmite muy claramente por las locaciones, los lugares, los países donde estuvimos, son un personaje más en la historia y además visualmente es un show estético.
Juan Pablo Di Pace: La cosa que me más me atrajo a este proyecto es que justamente me identifico, yo nací en Buenos Aires, viví en Londres, en España, en Italia, en Los Ángeles y nunca me sentí lugar donde estaba, o sea, siempre fui un extranjero. En Inglaterra, por ejemplo, tenía que hacer el acento inglés para poder trabajar. En España solamente podían trabajar con acento español, entonces siempre me sentí como que tenía que hacer un esfuerzo para encajar. No se habla mucho de esos personajes, entonces que este libro entero vaya de estos personajes, todos son extranjeros en París, extranjeros en Londres, gente que vive fuera de su propio país, entonces creo que eso hace única a la serie.
Justo mencionas acentos y en la serie ustedes también tienen que enfrentarse al reto de los acentos, el peruano, chileno, el francés, ¿Cómo fue la preparación?
Macarena Achaga: Obviamente es raro uno escucharse a sí mismo. Yo he tenido muchas veces que adaptar mi acento como de todos lados y de ningún lado. A veces me costaba trabajo tener que estar escuchando. Es cuando escuchas tus audios o notas de voz y luego lo escuchas dices: ¡Que horror! ¿De esta manera sueno? Mátenme. Tenía ese pánico, pero es cuestión de confiar y entregarte a hacerlo y hacerlo hasta que confías que suena bien. Es un trabajo de meses. Yo ya hago acento colombiano, argentino, peruano, mexicano, en la serie hablamos en francés, bueno Juan Pablo lo hace más en la serie. También habló en inglés, o sea, de verdad hay una gama de desafíos que me gustó mucho realizar, pero el pre fue de mucho miedo.
Juan Pablo Di Pace: Bueno es que si era un reto gigante, muy grande. Hay veces que como actor dices: ¿Voy a poder hacer esto? Te sientes en el borde del precipicio, ves hacia abajo y descubres que es una tarea gigante. Antes de este trabajo yo no tenía amigos peruanos, Perú no tenía presencia en mi vida. Entonces tener que hablar como peruano para este proyecto, me puse histérico buscando un coach de acento, uno de los actores de la serie era peruano y lo agarré para que todo el día estuviéramos trabajando y poniéndole atención a su voz. Él era el policía del acento, me regañaba cuando lo hacía mal.
Macarena Achaga: Sabes algo que me parece importante recalcar, queríamos hacerlo con mucho respeto porque al final del día esta es una historia muy querida y protegida por Perú porque es de Mario Vargas Llosa, ¿Cómo hago mi mejor trabajo para elevar esto a donde se merece estar? Les debemos ese respeto y ese amor, entonces ojalá lo puedan escuchar ellos desde ese lugar y saber que se hizo con mucho respeto y con la mejor intención.