1. Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004)
El libro más débil de JK Rowling se convirtió en la mejor de las películas de Potter. El director de Gravedad (2013), Alfonso Cuarón, detrás de la cámara fue un golpe maestro: su atención a los detalles visuales resultó en la película más envolvente de la serie.
Las actuaciones son naturales, el sentido del paso del tiempo afecta extrañamente y las escenas de miedo se sienten como The Evil Dead (Sam Raimi, 1981) reinventada para los jóvenes magos de la casa. El resultado podría ser la mejor película para niños del siglo, hasta ahora.
Lo mejor... Aquí es donde Hermione golpea a Draco Malfoy en la cara. Así que es ella, obviamente.