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[title]HBO espera que este año, el nombre de Abel Tesfaye, se convierta en uno de los más mencionados en las redes sociales y revistas ya que es el creador, productor y protagonista de una de sus series promesa, The Idol, pero lograr que el público voltee a ver a Abel no será difícil ya que con su nombre artístico es conocido a nivel mundial por ser el cantante The Weeknd, quien tiene el ojo muy puesto en la actuación y aunque ya participó en la película Uncut Gems y ha hecho voces en American Dad y Robot Chicken, este su primer papel importante y viene de la mano de Sam Levinson, el creador del fenómeno juvenil Euphoria. Este mes estrena The Idol, la cual tuvo su premier mundial en la edición del Festival Internacional de Cannes que acaba de terminar.
La serie sigue de cerca a Jocelyn (Lily-Rose Deep), un cantante pop que por culpa de una crisis nerviosa se ve obligada a cancelar su gira mundial, la cual la iba a posicionar como la artista más grande del mundo. Cuando está preparada para recuperar su título de la princesa de la música conoce a Tedros (Abel), un atractivo y misterioso gurú de autoayuda que dirige un culto secreto el cual es como una mezcla de la cienciología y con NXIVM. Ambos empiezan una explosiva relación romántica que pondrá de cabeza al mundo del entretenimiento.
Esta producción es un detrás de cámara de la industria musical con toda su toxicidad, manipulación y vicios. Si estaban pensando encontrarse con una historia de triunfo y el renacimiento de una carrera, están en el lugar equivocado. Como ya nos ha mostrado Levinson en “Euphoria” esta producción presenta lo peor de los seres humanos sin tapujos y no existe mejor lugar para mostrar perversión y oscuridad que Hollywood. Visualmente la serie es extremadamente hermosa, parece que toda está filmada con filtros de Instagram para decorar los alrededores y cada escena está dirigida para simular un video de MTV. Otro punto interesante que encontraremos aquí es poder ver justo como se usa el entretenimiento como herramienta para controlar a las masas, para dictar los futuros pasos de la sociedad y usar este poder a su antojo.
Aunque esta serie se creó justo para ser el vehículo de lucimiento de Abel Tesfaye, lo siento, pero no, quien te roba el show de principio a fin es la talentosa nepo baby, Lily-Rose Deep, quien crea algo fabuloso con Jocelyn, tiene la presencia de Beyonce, la visión de Madonna y una ingenuidad (bastante escondida) de Britney Spears, entonces ella llena la pantalla, nos tiene a todos babeando a sus pies y como todo trabajo de Sam Levinson, él sabe detonar su belleza y sensualidad. Justo esta razón hizo que la producción se atrasó casi dos años, ya que Abel sintió celos de que el show no girara alrededor de su personaje provocando constantes pleitos que lograron el despido de la directora Amy Seimetz (The Girlfriend Experience), quien ya había filmado el 80% de la primera temporada. Levinson que es productor ejecutivo entró al quito volviendo a filmarla todo y cargándola de sexualidad y oscuridad.
Lily y Abel no están solos, el elenco es bastante llamativo, tenemos al cantante Troye Sivan, Dan Levy, el director Eli Roth, Hank Azaria, Elizabeth Berckley y el último trabajo de la fallecida actriz Anne Heche. Todos ellos mostraron la peor cara de la industria. La música obviamente corre a cargo de The Weeknd con el productor musical Mike Dean (también actúa en la serie), quién le ha producido a Kanye West, Kid Cudi y 2Pac.
Los excesos venden y en eso confía HBO, en que esta historia logre tener enajenados a los espectadores durante los seis episodios que durará la primera temporada. Abel Tesfaye ha creado un interesante proyecto que quiere denunciar todo lo podrido de la industria, aunque por momentos parece más celebrar eso que señalarla con el dedo. Lo que sí es un hecho es que será la producción que dará de qué hablar en las redes sociales, ya sea por sus escenas bastante explícitas, por su lenguaje corrosivo, su música o porque Lily-Rose es una verdadera estrella.