The Studio, la serie de Seth Rogen sobre el caótico mundo de Hollywood

Seth Rogen ya tiene una carrera de más de 25 años. Desde sus inicios con Freaks and Geeks hasta éxitos como Superbad, Pineapple Express, Steve Jobs, Pam & Tommy y This Is the End. El actor ha dejado su marca en Hollywood como actor, guionista, productor y director.

Ahora, Rogen regresa a la televisión con The Studio, una sátira sobre el detrás de cámaras de un gran estudio de Hollywood. En la serie, co-creada por él y Evan Goldberg, veremos el caos y las decisiones absurdas que se toman en la cima de la industria del entretenimiento. Con su característico humor ácido, el show desnuda el lado más ridículo y despiadado del negocio del cine.

Time Out México platicó con Seth Rogen y Catherine O'Hara sobre esta producción que estrena un nuevo episodio Apple TV+ cada miércoles.

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Seth, tú creaste el show. Eres director, guionista, productor y el personaje principal. ¿Cómo hiciste para lograrlo? ¿Cómo era un día de trabajo en “The Studio”?

Catherine O'Hara: Y lo hizo de manera hermosa, tengo que decirlo.

Seth Rogen: En verdad disfruto hacer todo eso. Me siento más feliz y menos estresado mientras más cosas estoy haciendo en el set. Creo que mucho del descontento viene por el miedo a que las cosas salgan de la manera que no quiero, o si lo estuviera haciendo de manera distinta, o si estamos usando el tiempo de manera apropiada, o también si estamos capturando el mejor material. 

No está bien decirlo, pero mientras más control tengo, más relajado me siento haciendo algo como esto. Evan Golodberg tenía bastante control en el rodaje, entonces me siento feliz y relajado. Es divertido porque creamos algo que disfruto bastante y es gran parte por el control que teníamos: el proceso de filmar el show, la gente con la que pasaba el día, con mis compañeros actores. Creé un escenario de ensueño para poder disfrutarlo cada día. Estaba con personas que me parecen geniales; los guiones me encantaban y me esforcé mucho en cada escena porque solo quería hacer buenas escenas. Quería que todos, al filmar una escena, dijeran: “Esta escena está quedando genial”. Es divertida e intenté crear algo que sabía iba a disfrutar.

Toda la pasión que me estás mencionando se ve reflejada en The Studio.

Catherine O'Hara: Es que lo hiciste increíble y se veía que la estabas pasando muy bien. Se podía ver que estabas controlando lo que sucedía en cada departamento.

Seth Rogen: ¡Estaba divirtiéndome mucho! Claro, y eso que había momentos en los que pretendía que no lo estaba pasando bien, pero es que estaba muy feliz.

La serie está cargada de planos secuencia, en especial el segundo episodio. ¿Cómo fue la experiencia?

Catherine O'Hara: ¡Me encanta hacer planos secuencias! ¿Quién necesita planos medios y close ups?

Seth Rogen: Nosotros no. Fue una manera muy interesante de filmar y creo que era algo que no habíamos hecho antes y realmente espero que ayude a la historia, a la comedia y a la narrativa del show; pero también hizo que el día a día grabando fuera emocionante y se sentía como algo nuevo. La mayoría de nosotros llevamos tiempo en el medio, entonces poder hacer algo que se sienta tan distinto y retador fue genial.

Catherine O'Hara: Es que los planos secuencia son un reto. Recuerdo que le dije a Seth que al inicio estábamos asustados porque era una idea intimidante y, después de terminar de filmar, solo quiero hacer puros planos secuencia.

Seth Rogen: Tengo que confesar que me daba miedo que los actores invitados no aceptaran estar en el show por estos planos. Esa era mi preocupación. Entonces, algunas veces cuando llegaban en la mañana, mientras les ponían maquillaje y los peinaban, les decía: “Solo para que sepan, no tendremos cortes entre escena”, para que tuvieran el menor tiempo posible de pánico.

Hablando de las personas invitadas, tienes a Martin Scorsese, Ron Howard, Zac Efron, Olivia Wilde y un gran etcétera. ¿Cómo fue que todos aceptaran estar en tu show?

Seth Rogen: Fue interesante conseguir a cada uno. A algunos les pedimos específicamente interpretar algo alejado de su versión real para cambiar las expectativas de la gente que tiene de sus personalidades. A algunas personas como Parker Finn o Owen Kline les pedimos que fueran ellos mismos para ver cómo lidiarían con este tipo de situaciones. 

Fue diferente con cada uno dependiendo de su rol, pero la mayoría de las personas estaban entregadas y querían burlarse de ellos mismos, querían formar parte del chiste y creo que para muchos actores eso es divertido. Al igual que para varios directores, les pareció divertido y cool intentar estar enfrente de la cámara y ver qué experiencia es esa. Siento que eso les ayuda a mejorar su trabajo como directores, de cierta manera, porque les damos oportunidad de estar dentro de todo el proceso. En general, todos estaban entregados y otros en juntas nos recomendaban invitar a otros directores para hacer un papel. 

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