Una serie, en estos días, que logre evitar que veas la pantalla del celular cada dos minutos o debas regresarle para entender lo que miras, se agradece. Nobody Wants This de Netflix consigue hacernos reír y creer —otra vez— en el amor.
La dupla formada por Joanne de Kristen Bell (Gossip Girl) y Adam Brody (The O.C.) en el papel de Noah nos presenta a dos adultos de la mediana edad que no comparten mucho en común, al principio. Se conocen por amigos, coquetean y, sí, se enamoran. Todo normal hasta ahí.
Lo que hace que la serie Nobody Wants This funcione, es la construcción de los personajes; ella, una pódcaster que habla sin tapujos sobre el sexo, y él, un moderno rabino de su congregación judía que adopta las formas tradicionales de su religión.
Ambos están rodeados por peculiares familiares y un círculo de amigos que le agregan más profundidad a la historia, al encontrar diferencias en ellos y oponerse al idilio. Se aborda la sexualidad, independencia e identidad femenina con una capa de humor que no cae en el cliché. Por momentos piensas que eso es algo que podría sucederte: conocer a alguien por casualidad y conectar de inmediato.
El que tenga las típicas escenas incómodas con los suegros o los momentos del inevitable encuentro con la ex, no le resta valor a los pasos que Noah da para acercarse a Joanne. Ahí es dónde nos planteamos si los hombres, en las relaciones heterosexuales monógamas, nos tienen acostumbradas al mínimo esfuerzo.
Disfrutamos la serie porque no te quiere vender nada. Solo sucede y se siente real, ¡porque lo es! Está inspirada en la historia de la creadora de la serie Erin Foster, pues de manera similar conoció a su esposo, Simon Tikhman.
Evitando juicios de valor y sentimentalismos, la serie presenta a dos personas en situaciones de vida y estilos de pensamiento diversos que coinciden y deciden compartir experiencias, aun con todos los retos que eso supone. Inspirador en tiempos donde las personas conectamos cada vez menos y la individualidad apremia.
¿Por qué la disfrutamos? Puede ser una pódcaster y un rabino, pero también una showrunner y un empresario musical o una contadora y un standupero. El amor es sentimiento universal o ¿no?
Razones para no perderte Nobody Wants This
- Trae a dos de los actores consentidos de los dos miles de regreso, el eterno Seth Coen y la voz de Gossip Girl.
- Presenta una historia sencilla en episodios que duran 30 minutos.
- Erin Foster, la creadora de la serie, pasó por algo así en la vida real.
- El final abierto supone que puede haber segunda entrega.
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