Después de ganar el Óscar a Mejor director por Gravedad —en 2014—, Alfonso Cuarón se convirtió en una leyenda al ser el primer latino y mexicano en hacerse de esta estatuilla. Si bien su trabajo en Grandes esperanzas (1998) y Harry Potter y el prisionero de Azkaban (2004) lo pusieron en la mira, el premio de la Academia marcó un antes y un después en su carrera.
A cuatro años de este reconocimiento, Cuarón hurga en su niñez y presenta Roma, una película en la que hace un homenaje a las mujeres de su vida: su madre y Libo —la mujer que lo cuidó de niño—. El filme estuvo en boca de todos desde su rodaje en el otoño de 2016, pero fue hasta este año que se presentó públicamente en el Festival Internacional de Cine de Venecia, valiéndole el León de Oro a Mejor película y después de conocer a los nominados a los Premios Óscar 2019, nos alegra saber que compite en 10 categorías, destacanto Mejor película, Mejor director y Mejor actriz (Yalitza Aparicio compite contra Lady Gaga).
En Roma, Cuarón dejó de lado los grandes efectos especiales para entretejer sus recuerdos, como la relación con su familia y las idas al cine. Más allá del revuelo internacional, para los mexicanos —y en especial para quienes vivimos en la CDMX—, la película se siente cercana. El director volvió a filmar en México —la última vez que lo hizo fue con Y tu mamá también (2001)— para retratar la Ciudad de México de los setenta, recordándonos que las calles, que diariamente transitamos, resguardan historias como las de Alfonso.