Resumen de Dark. Temporada 3. Capítulo 1: Deja vu

Es 4 de noviembre, de 2019, el día que debe de desaparecer Mikkel Nielsen por la noche. La joven Martha del otro mundo despierta para desayunar con Mikkel y su madre mientras su hermano Magnus (aquí muy darks y lleno de tatuajes) está teniendo sexo con Franziska. Esta familia vive en la casa que era de los Kahnwald, ¿La razón? Katharina está separada de Ulrich porque él la dejó para irse con Hannah, quien está embarazada, pero Ulrich la está engañando con Charlotte (shock). Definitivamente este personaje en todos los mundos es un patán. Killian Obendorf, el hermano de Erik, anda con Martha Nielsen y está preocupado porque Erik lleva dos semanas desaparecido.

Vamos con los Doppler; Franziska es muda y Elisabeth puede hablar aquí. Ella tiene un momento incómodo con su abuelo Helge, quien le dice que "el principio es el fin y el fin es el principio". Charlotte está separada de Peter Doppler, quien es el padre de la iglesia local, aunque eso no lo detiene para coquetear con hombres jóvenes.

Jonas no existe en este mundo porque Mikkel nunca desapareció, por lo que Michael Kahnwald no conoce a Hannah y no se convierten en sus padres. Martha no conoce a Jonas, Hannah —su mamá en el otro plano— lo ve y le da la vuelta por su look de vagabundo.

En la noche Magnus, Franziska, Killian, Bartosz y Martha están en la cueva y sucede el momento en que se abren los portales del tiempo, por lo que la luces empiezan a parpadear y todos corren asustados. Martha se pierde y escucha una voz extraña gritando su nombre. Bartosz la rescata y entran todos al bunker y ahí se abre un portal, cayendo el cuerpo de Mads Nielsen.

Jonas se mete otra vez a la casa de los Nielsen que era suya (les urge poner alarmas pueblo, la gente entra y sale como quiera) para ver a Mikkel dormir. Al salir, Jonas conoce a una Martha 66 años más grande. Ella le explica que este mundo, a pesar de que él no exista, tendrá el mismo destino: la destrucción por culpa de Jonas y ella.

El episodio termina en el 21 de septiembre 1888, año al que llega la Martha desconocida que abandona a Jonas en el mundo alterno y es justo ahí donde está Jonas del futuro, quien al verla empieza a llorar, pero ella le dice que no es su Martha solo quiere ayudarlo a encontrar el origen el principio de todo en su mundo y en el de ella.

Es un buen arranque de temporada ya que expanden el universo, respetando sus reglas y lineamientos. Tiene ritmo, sin perder este aire sofocante por todas las revelaciones. Después de dos temporadas es fantástico ver cómo juegan con las distintas vidas de los personajes (Hannah teniendo lo que siempre soñó: Ulrich, y a pesar de eso es infeliz. Eso me dio vida).

El juego de las distintas Marthas es arriesgado, pero hasta el momento funciona, si ya tuvimos muchísimos Jonas... Salieron bien librados, ahora su respuesta femenina es refrescante. Aplausos de pie a Jördis Triebel (Katharina), Maja Schöne (Hannah) y Karoline Eichhorn (Charlotte), las tres están para todos los premios de la televisión.

Tengo que admitir que el hecho de que empiezan la temporada final con tantas nuevas situaciones en la historia me da miedo porque me interesa que se centren en todas las dudas sin responder y no quiero que al final a todo le den carpetazo de manera abrupta por tratar de cerrarla rápidamente. Son solo ocho episodios y en el primero nos alejamos de la meta.