Raya and the Last Dragon
Photograph: Disney
Photograph: Disney

Raya y el último dragón

La nueva cinta de Disney nos enseña sobre la importancia de la familia, incluso cuando no es sanguínea

Stivi de Tivi
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★★★★☆

Se puede notar una evolución en las películas de Disney en los últimos años; ya que la idea de que el/la protagonista cumple su misión con la llegada del amor se ha desechando. Ejemplo de esto son La princesa y el sapo (2009) con Tatiana, la primera princesa afroamericana con una actitud retadora; Merida de Valiente (2012), una chica independiente que no quiere seguir las reglas machistas; Anna y Elsa de Frozen (2013), quienes mostraron la historia de amor entre dos hermanas, y Moana (2016), una joven que arriesga todo para que su pueblo no desaparezca.

Las protagonistas de Disney llevan varios años rompiendo los cimientos que antes exigían este tipo de historias y así hablarle a las nuevas generaciones. Bajo esta línea, el viernes 5 de marzo estrena en Disney+ (bajo el concepto Premier Access, con un costo de $329 pesos) y en algunos cines, Raya y el último dragón.

Recomendado: Danna Paola interpreta a Raya, en la nueva película de Disney.

Aquí conocemos Kumandra, un mundo que tiene distintos reinos, cada uno con su respectivo ecosistema. La paz se ve amenazada con la llegada de los monstruos Druun que quieren extinguir la vida, pero los dragones (porque en Kumandra existen y conviven con los humanos) deciden sacrificarse por el bien del universo. 500 años después, los reinos están más distanciados que nunca, así que los Druun regresan. La única esperanza es la solitaria Raya, quien desde niña fue entrenada para convertirse en una eficaz guerrera. Ella cree en la leyenda de que existe un dragón dormido en algún reino y comienza esta aventura tratando de detener al mal de una vez por todas y aprender que con ayuda de amigos será más fuerte que nunca.

Como pueden ver, aquí no hay hombres guapos al rescate o empalagosas canciones de amor, lo que tenemos es una historia cargada de poder, acción y momentos conmovedores. Raya es la princesa perfecta para la era #MeToo en la que pelea a puño limpio sin necesidad de usas armas para exigir los derechos de su comunidad. Su fortaleza y destreza es su principal aleado. Esta es la primera vez que tenemos personajes sudasiáticos como protagonistas, dándole entrada a la diversidad racial, porque la idea es que en algún momento todos los niños se sientan identificados —y eso ayude a la Disney a generar más dinero, doble win-win.

Visualmente estamos acostumbrados a que Disney nos sorprenda, pero en esta ocasión se esmeraron creando un universo que parece tener vida propia con colores y armonía. La película es un gran festival audiovisual que los ojos agradecen de principio a fin, mostrando impresionantes lugares naturales sin perder la esencia de lo que sabe hacer. De igual manera, el diseño de personajes no sale de la línea que ya conocemos, en especial los animales que fácil podrían pasar de una producción a otra.

La historia tal vez es lo más débil de la producción; no presenta nada nuevo, pero lo que llama la atención es su sutileza para ir agregando nuevos elementos que al final hace que tengan sentido y te llenen de emoción. Es importante mencionar sus secuencias de acción que van muy de la mano con su casa hermana Marvel, sin desaprovechar la oportunidad para hacer un homenaje el cine de artes marciales.

Es imposible no compenetrar con la historia; toca temas universales entre los que destacan lo que haces por tu familia de sangre y cómo puedes crear tu propia familia con otras personas sin tener lazos biológicos, además de recordar lo importante que es confiar en el otro y aprender a perdonar.

Con esta producción nos alejamos cada vez más de esas películas animadas del pasado en la que los malos son malos, los buenos son buenos y todo se arreglaba con un beso de amor verdadero. En esta aventura inclusiva encontramos dualidades humanas, así como un mensaje de empoderamiento y solidaridad sin perder la idea principal por la que fue creada: divertir.

Raya y el último dragón Dir. Don Hall, Carlos López Estrada, Paul Brings y John Ripa. Estados Unidos, 2021. Con Dana Paola, Carla Medina y Ricardo Brust. Estreno: Viernes 5 de marzo.

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