Se sabe que la historia es de quien la escribe. En nuestros propios relatos personales solemos ser los héroes o las víctimas. Y es que, usualmente, nadie tiene más composición por ti, que tú mismo. Así se siente Better Man, la cinta semi biográfica de Robbie Williams con Michael Gracey en la dirección (El Gran Showman, 2017), la cual nos muestra a un Robbie Williams atormentado pero victorioso pero con una honestidad cuestionable y una visión cinematográfica casi nula.
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¿De qué trata Better Man?
De inicio oímos la voz de Williams, quien nos prepara para lo que se viene “Relajense y disfruten”, nos pide. Y lo vemos a él de niño como como un chimpancé. Este es un tropo que se mantiene de inicio a fin. Quizá para evitar que alguien más lo interpretara y poder él mismo dar voz en todo momento al primate en CGI.
La historia se centra en algunos momentos específicos de su vida, la relación con su padre (quién lo abandonó de niño y luego volvió cuando ya era famoso), su amor por lo escénico y el guiño que le hizo a su representante para lograr entrar a Take That, boy band que lo lanzaría a la fama.
Su gran acierto
Habiendo dicho esto, hay que aclarar que sí, es un musical, muy al estilo de Rocketman, donde se retoman algunas de las canciones más importantes tanto de Robbie como de Take that. Quizá la parte más interesante recae en la exploraciones de los momentos más duras pero también más felices del cantante. Algunas escenas merecen un aplauso indiscutible, como el momento en que conoce a Nicole Appleton con quien tuvo una relación. La magia, las estrellas y la emoción del amor se siente y se ve en pantalla. Al igual que un trágico momento de un funeral, la música encaja perfectamente con las imágenes.
¿Por qué no nos gustó?
Sin embargo, el gran problema recae en la enorme tibieza (o acaso falta total de interés) al retratar la vida de un hombre que cayó en adicciones y cometió errores. Siempre da pasos temerosos, con miedo a que el público lo juzgue comete errores pero de inmediato los resuelve. Y los problemas más grandes acaban siendo completamente redimidos al final. El mismo título de la cinta nos dice su mensaje: No soy perfecto, pero intento ser un mejor hombre. Una idea que, además de gastada, se siente deshonesta. Sí, trabajamos por mejorar, pero este hombre luce casi perfecto.
Más que una inspiración para las personas que sufren situaciones similares a las que vivió Williams, se siente como una meta inalcanzable
¿Deberías ir a verla?
De forma general creemos que es ideal si ya eres fan de Robbie Williams, incluso podría ser que te vuelvas algo más fan al encariñarse con su personaje aquí. Las canciones encantan y lucen muy bien con la puesta en escena, pero lamentamos que más que un retrato honesto sea una cinta de relaciones públicas donde la valentía queda de lado.
Estreno 6 de febrero 2025.
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