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Nadie, ni el mismo Vin Diesel, se imaginó en 2001 que esa película que tomaba la historia de Point Break de 1991, mezclada con carreras ilegales de autos se convertiría en una de las franquicias más largas y lucrativas de la historia del cine. Rápidos y Furiosos estrena la primera parte de lo que será su final (la idea es que fueran dos entregas para concluir la saga, pero Diesel dijo que le gustaría fuera una trilogía) y aún tiene a sus fanáticos emocionados a pesar de que ya pasaron 20 años de su inicio.
La película empieza en el jardín de la casa de Don Toretto (Diesel) en donde siempre se reúnen sus amigos llamados “La Familia” para hacer una carnita asada. Ahí descubrimos que algunos de los miembros se tienen que ir a una misión a Roma porque ahora son un equipo que rescatan al mundo de cualquier mal. En la noche Cipher (Charlize Theron) aparece en casa de Don (todo mundo sabe donde vive Don, podrían llegar y matarlo ahí, pero bueno, de eso no trata la película) quien en las dos pasadas películas le hizo maldades y ahora le pide ayuda ya que acaba de conocer al villano más villano de los villanos (Jason Momoa) y este maldito desea hacer sufrir a Don hasta la muerte, mmm, ¿Por qué no le avienta una bomba a la casa de Don y ya? Entonces Don y su amada Lety (Michelle Rodríguez) deben ir a Roma porque sus amigos están en una trampa. Este hecho hará que la mentada familia se separe y cada grupito tenga sus propias aventuras tratando de sobrevivir a miles de inverosímiles situaciones cargadas de velocidad, aire y fuego.
Esa es la historia de FASTX como se conoce en inglés la nueva entrega y pues bueno, sigue la misma línea que la franquicia ya nos ha presentado durante tantos años, la tranquilidad se ve amenazada por un nuevo villano, todos corren peligro, integran a un nuevo miembro a las aventuras, alguien que creían muerto aparece y cuando eliminan al villano celebran con cervecitas en el jardín de Don. De esta manera es como funciona este universo y lo aceptamos porque esas son las reglas desde hace mucho tiempo, lo único que el espectador puede exigir es entretenimiento, cosa que no había sucedido con la octava y novena entrega. La gasolina se le había agotado a las películas y las escenas de acción eran tan pan con lo mismo que hasta la tontería de una submarino nuclear en el Ártico o viajar al espacio hartaban en lugar de emocionar. En la décima regresaron justo al elemento principal, hacer que el público lo pase bien viendo la película.
Gran parte del levantón que tiene la saga con esta película se debe a que por fin tiene un villano que vale la pena seguir, Jason Momoa entrega a Dante Reyes, un personaje que mezcla a Joker con Hans Landa, Hannibal Lecter y Gollum, entonces tenemos a alguien carismático, perverso, divertido, letal y poderoso que por fin pone a sudar a todos los protagonistas y hasta hace que el público desee que les gane. Vin diesel necesitaba tener una contraparte efectiva y la encontró con Momoa, cuando su personaje está en pantalla es cuando la película fluye mejor.
Esta película dura dos horas con veinte minutos y se llegan a sentir para la parte final en donde ya has visto todo, nada te sorprende y aún no ha llegado Don por su hijo, dices apúrenle por favor. Para las próximas entregas deberían de reducir su duración y eso haría que la diversión nunca tenga tropiezos, el error desde el inicio de la saga es que nunca han sabido cuándo parar, es de te gusta ese auto con fuego, te daremos tres aviones llenos de fuego con monjas dentro de ellos. vámonos a lo que nos truje: la persecución, tres estallidos, el personaje que muere, el otro que regresa para sorprender y la carnita asada.
No me voy a clavar en las actuaciones, en la trama o en los movimientos de cámara, esto es “Rápidos y Furiosos”, entretenimiento para disfrutar comiendo palomitas mientras echas desmadre con tus amigos. Vin Diesel lo sabe y también sabe que Latinoamérica es su seguidor más fiel por lo que las referencias latinas no paran para hacerla más cercana y las canciones que ponen son justo las que en unas semanas sonarán en todas las fiestas. Este es un evento de verano y la analizo como tal, queremos pasarla bien y FASTX nos da varios grandes momentos. No es como la quinta entrega que en mi opinión es la mejor de todos, pero le da mucha energía a una franquicia que había perdido fuerza y que parecía ya no llegaría a la línea final. La canción más famosa de Daddy Yankee grita en su coro: ¡Dame más gasolina! Y a esta película se la dieron.
