Un hecho que sólo fue referido como antecedente para iniciar en 1977 la saga Star Wars –cuyo subtítulo fue Episodio IV: Una nueva esperanza–, tendrá ahora su propia película. El antecedente significó el golpe definitivo para que la Alianza Rebelde se consolidara como movimiento y el Imperio mismo la considerara como una amenaza seria. Claro que, para llegar a ese punto, los miembros de un valiente grupo tuvieron que arriesgar sus vidas y Rogue One es la oportunidad de conocerlos.
Ubicada entre la trilogía que arrancó Episodio I: La amenaza fantasma y la trilogía original –del Episodio IV a El regreso del Jedi–, Rogue One: Una historia de Star Wars nos narra cómo un equipo de rebeldes emprendió la misión de incursionar en las entrañas del Imperio y robar los planos de la primera Estrella de la Muerte, lo que permitiría que dicha arma posteriormente fuera destruida por un comando encabezado por el joven desconocido Luke Skywalker, apoyado por el contrabandista Han Solo y su copiloto Chewbacca.
El elenco no podría ser mejor, está conformado por una atractiva conjunción de actores jóvenes con histriones de alto nivel y prestigio. A los primeros los encabeza la británica Felicity Jones, nominada a los Globo de Oro y los Premios Oscar por La teoría del todo (James Marsh, 2014) y que aquí encarna a Jyn Erso, una empecinada recluta Rebelde. Entre los segundos basta mencionar a Forrest Whitaker, recordado por títulos como El último rey de Escocia –que le valió un premio Óscar– y que aquí interpreta a Saw Gerrera, un veterano sobreviviente de la Guerra de los Clones, y a Mads Mikkelsen cuya filmografía incluye trabajos intensos y muy celebrados como el de la película La caza (Thomas Vinterberg), por el que se hizo acreedor al premio a mejor actor en el Festival de Cannes. El danés se pondrá en los zapatos del padre de Jyn, un ingeniero militar del Imperio. Tampoco podemos ignorar participación del mexicano Diego Luna, como Cassian Andor.
Pero si la elección de los actores parece la más indicada, la del responsable de dirigir el primero de los tres ya anunciados spin-off –que saldrán intercalados con las dos entregas pendientes, Episodio VIII y Episodio IX– resulta por demás conveniente. Se trata de Gareth Edwards, cuya primera película titulada Monsters fue la ingeniosa llave que le abrió las puertas de las grandes productoras, mismas que lo ficharon para hacerse cargo de reinventar al rey de los monstruos, Godzilla. De dicho reto –pese a la inconsistencia del desarrollo del lado humano de la historia– salió bien librado en lo que se refiere a la reinterpretación del concepto y sus implicaciones, además de dejar claro que tiene la capacidad para utilizar y sacar buen provecho de los grandes presupuestos.
Así que si algo podemos esperar de Rogue One es que será un episodio importante en la historia del universo Star Wars y nos permitirá volver a disfrutar de la presencia del villano más popular del cine, Darth Vader. Sólo esperamos que mantenga el tono épico y evocador requerido, además del aire de inquietud y aventura propio de la saga.
Rogue One Dir. Gareth Edwards. Estados Unidos, 2016. Con Felicity Jones, Mads Mikkelsen, James Earl Jones. Estreno: Vie 16.