Aquí no verás a dos tipos acomodándose los anteojos mientras comentan la complejidad de una película, las tomas larguísimas o que si la fotografía está iluminada con luz natural. Durante las jornadas de Mórbido, el Festival Internacional de Cine Fantástico y de Terror, es fácil encontrarse a personas –algunas incluso disfrazadas– en los pasillos de los cines discutiendo sobre la cantidad de sangre que acaban de ver en la pantalla.
Más allá de las pretensiones intelectuales, Mórbido, al sumergir al espectador en escabrosos parajes de miedo, ofrece toda una experiencia y eso es algo que sólo pueden ofrecer los eventos fílmicos de género; es decir, los que están enfocados en temáticas específicas.
“Este año el tema es Tradiciones de muertos. En el espectáculo inaugural se resumirán cientos de años de tradición en un performance de unos cuantos minutos, pero con mayor producción que en ediciones anteriores”, comentó Pablo Guisa, director del festival.
Escaparse a la Ciudad de los Ángeles del 26 de octubre al 1 de noviembre valdrá la pena ya que, de acuerdo con Guisa, el programa incluye películas traídas directamente del festival de este género más importante del mundo, el de Sitges (Barcelona). Los filmes se podrán ver tanto en salas convencionales como al aire libre. Además de las proyecciones, hay que prepararse para la visita de Simon Boswell, responsable del score de cintas como Shallow Grave (Danny Boyle, 1994), y la ya tradicional función de lucha libre con el elenco de la AAA.
Mórbido, que por segundo año consecutivo tiene como sede Puebla, es una de las fiestas cinematográficas más divertidas, peculiares y atractivas en nuestro país. Claro, siempre existe el riesgo de que, tras la aventura, los capitalinos regresen con alguna mordida de hombre-lobo o de una vampira, pero ese es un valor agregado.