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El pasado 30 de abril se estrenaron los primeros dos episodios de la serie La costa de los mosquitos, basada en la novela homónima de Paul Theroux, tío del protagonista y productor Justin Theroux. En ella conocemos a Allie Fox y a su familia, quienes tienen que escapar de Estados Unidos a México porque los persiguen unos agentes federales. A propósito de esto, platicamos con la actriz Melissa George y el director Rupert Wyatt (Rise of the Planet of the Apes) sobre trabajar en esta producción y los problemas a los que se enfrentaron al filmar en plena pandemia.
¿Les ayudó en algo que existiese una adaptación cinematográfica de este libro?
Melissa George: No lo sé, porque nunca he leído el libro ni vi la película. Pero lo hice apropósito porque Helen Mirren ¡es Heleln Mirren!, y nadie puede ser como ella de talentosa; entonces preferí no presionarme. La serie es una precuela y eso me da oportunidad de empezar de cero. Lo que hice fue hablar con un terapeuta para que me ayudara a unir las piezas de Margot, una mujer que abandonó a su familia por seguir el sueño de su pareja y cómo esta decisión cambiará por siempre su vida, poniendo en peligro todo lo que quiere. Fue una gran experiencia y con el guion maravillosamente escrito por Neil Cross tuve todo el material para hacerlo perfecto.
Rupert Wyatt: Leí el libro hace muchos años. Mi interés cayó en los guionistas y productores que lo estarían adaptando. Me guié en eso y me enfoqué en escuchar la voz y lenguaje de ellos. A pesar de que es una novela de los ochenta, tiene muchos temas que la hacen actual; entonces presentar una versión actualizada con situaciones tan contemporáneas me emocionaba. Globalización, medio ambiente; no pasa de moda.
¿Existió algún tipo de presión por parte de Justin Theroux? Además de ser el productor el libro, esta adaptación representa mucho para su familia.
Rupert Wyatt: Justin tenía una idea clara de quien era Allie Fox porque tiene rasgos de varios miembros de su familia, pero también quería hacer una historia que tuviera vida por si sola y se entendiera en 2021, siendo obviamente fieles a los personajes. También hicimos cambios en la idea de que en el libro, Allie y su familia toman la decisión de escaparse y en la serie no tienen esa opción, se las arrebatan, lo cual cambia toda la idea y le da más fuerza a la situación.
Melissa George: Esta es una precuela del libro, lo que nos dio flexibilidad para no copiar nada y hacer algo fresco. Me emociona presentar su inicio en el que ves a una mujer que decide dejar todo, su profesión por no abandonar a su familia y luego hay una escena en la que le llama a sus padres, con la que entiendes que no ha estado en contacto con ellos en casi 10 años. Al leer ese momento dije: ¡Quiero el papel! Plantea que la vida que ella tenía antes no le pertenecía, y algo sucedió cuando encontró a Allie, sintió que ahí debía estar. Me gustan los personajes llenos de acción, pero últimamente me atraen más con los que me puedo identificar y Margot tenía eso para mí, porque también tengo hijos y haría todo por ellos. Además de la idea de una familia estadounidense, que tiene que cruzar al otro lado de frontera es algo que nunca vemos en cine o televisión.
Melissa, tenías un tiempo alejada del medio, ¿por qué decidiste regresar con este show?
Melissa George: La historia es una loca aventura fugitiva familiar. Es un honor poder interpretar a mi personaje al lado de Justin, con quien no había trabajado desde Mulholland Drive hace 20 años. No puedo creer que en ese entonces él dijo: “esta es la chica” y años después estamos luchando por nuestra vida en la jungla juntos. Ese es un gran ejemplo de la vida y que nunca sabes a donde te lleva. Justin es excepcional y él fue quien me hizo hacer el casting, porque llevaba meses con el guion y tenía miedo a que no me lo dieran. Él vio mi nombre en la lista y preguntó si ya había hecho el casting. Mi nuevo agente acababa de entrar y también me dijo: yo no trabajo de esta manera, tienes 30 minutos para hacer el casting con tu teléfono y 20 horas después ya tenía el papel.
Filmaron en lugares remotos de México. ¿Hubo alguna locación que les llamó más la atención?
Rupert Wyatt: Encontramos un centro comercial abandonado en Ciudad de México que se había convertido en un hogar para homeless, lo cual no me extraña, ya que en California existe una gran comunidad de vagabundos y sigue creciendo. Me pareció muy interesante el hecho de que en un lugar creado por el consumismo vivan personas que fueron abandonadas por no seguir las normas que la sociedad dicta. Que es tal cual la idea que tiene Allie, el protagonista; todo se debe de consumir y si no, lo tiramos como a estas personas.
Melissa George: Todo el rodaje de la serie fue una gran pregunta, siempre era como, ¿Podemos hacer esto o lo otro? Cambiamos de locaciones tantas veces y sin querer filmamos en lugares que no nos imaginamos, lo que nos ayudó un poco a sentir la presión de los protagonistas por siempre estar en la fuga. El rodaje fue tan movido que cuando terminamos estábamos en Puerto Vallarta y me vi al espejo y dije, “esto fue una mini guerra”.
También se enfrentaron a la pandemia en pleno rodaje, ¿cómo fue filmar en este contexto?
Melissa George: La pandemia, la contingencia... Todo lo que pasamos juntos, como dormir en un camión en medio del desierto donde era peligroso salir después de las 10 pm, porque había lobos salvajes que se comían todo lo que veían, y nos levantaran a las 3am para estar en lugares desolados. Pero sin pensar lo volvería a hacer porque fue una increíble experiencia.
Rupert Wyatt: La pandemia fue el peor reto al que nos enfrentemos, porque necesitábamos tener el mismo nivel de trabajo como si no existiera y entregar la misma calidad. Pero con muchas limitaciones fue muy difícil mantener a todos a salvo. Hacer una escena importante con todos; luego tener que hacer cuarentena para después intentar tener la misma energía, era complicado. Empezamos la producción seis meses antes de que todo el tema de la pandemia se desatara; entonces éramos inocentes y hasta medio ignorantes. Para el episodio cuatro en Ciudad de México, todo empezó a cerrar. Detuvimos la producción seis meses y luego tuvimos que levantarla para terminarla. Hubo momentos en los que dudamos que podríamos concluirla.
Los protagonistas siempre están corriendo, nunca hay un momento de tranquilidad desde que empieza la serie., ¿cómo es trabajar en un proyecto tan acelerado en el que los protagonistas tienen que estar tensos siempre?
Melissa George: Eso es correcto, nunca nos detuvimos, ninguno de nosotros tuvimos un momento en que dijimos ya no podemos. Sentíamos que teníamos mucho combustible dentro de nosotros. Vivir por un año con este tipo de ritmo se logró gracias a la química que teníamos todos los actores y lo divertido que la pasamos; estábamos en México, no había nada más genial que eso. Entonces estar ahí nos motivaba, el dialogo también, el excelente equipo de producción.