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El año pasado, la plataforma más famosa del mundo estuvo a punto de obtener el Oscar a Mejor película animada por Klaus, que ya tenía en sus manos el BAFTA y siete premios ANNIE (destinados a largos y cortos animados). Pero las aventuras de Buzz y Woody en la cuarta entrega de Toy Story lograron seducir a los votantes, lo cual es una lástima porque el filme era más completo y poderoso que el de Pixar. Este año, Netflix volverá a dar batalla acompañados de Sony Pictures, Imageworks y el estudio chino Pearl Studio con Más allá de la Luna (Over the Moon), que estrena el viernes 23 de octubre y ya tiene a los críticos rendidos a sus pies.
La historia sigue a Fei Fei, una pequeña niña que debe de enfrentarse al repentino fallecimiento de su madre. Este lamentable hecho impide que la protagonista se atreva a seguir adelante sin importar el paso del tiempo. Su mundo se pone de cabeza cuando su padre está dispuesto a rehacer su vida romántica con una madre soltera que tiene un hijo hiperactivo. Fei Fei se opone a este cambio por lo que le pedirá ayuda a Chang’e, la diosa china de la Luna, aunque esto implique viajar hasta el espacio.
Netflix se va a lo seguro con tal de conseguir ese Oscar y por eso esta película se siente salida de la casa del ratón. Para empezar, la dirigen dos veteranos de Disney; Glan Keane, quien trabajó en los clásicos La sirenita y La Bella y la Bestia, y mientras John Kahrs, animador de Monsters INC, Los Increibles, Ratatouille y ganador del Oscar por el corto Paperman. De ahí nos vamos con todos los sellos característicos: heroína con un sueño es acompañada de adorables animales y personajes extraños, pero simpáticos que cantan canciones cada 15 minutos, mientras se enfrentan a un carismático villano y aprender una importante lección (Disney). Como ven, este filme animado no se arriesga a ir más allá en su narrativa aunque hay que ponerle mucho ojo a su estilo visual, cargado de colores llamativos y mundos extraordinarios que estimulan nuestra vista.
Lo que hace que Más allá de la Luna destaque de otras animaciones hollywoodenses es su manera de hablar de la muerte y cómo enfrentarse a ella. Al final es una película dirigida al público infantil, por lo que tiene que ser cuidadosa en su lenguaje o podría traumar a toda una generación como lo hizo Bambi (1948) o hasta El rey león (1994). Aquí presentan la pérdida de un ser querido sin ser atormentadora o extremadamente dolorosa y poco a poco vemos cómo todos los personajes le encuentran algo que los motive a salir adelante, sabiendo que estarán acompañados por la persona que partió.
Son contados los contenidos que pueden ayudar a que los pequeños entiendan este difícil momento de la vida y darles un significado que los haga —de cierta manera— estar preparados. Puntos extra a su manera de presentar la mitología china, su cultura y hasta su comida haciéndola atractiva para el espectador sin ser un comercial. Las canciones son pegajosas y harán que termines buscándola en aplicaciones musicales.
Más allá de la Luna es un filme pensado en la sana diversión de los niños, pero con la fuerza para que sus padres se diviertan y no sufran como con otros proyectos. En tiempos de pandemia se agradece una producción positiva, entretenida y con pastelitos caminantes para darle sabor a una tarde en familia y esto para Netflix significa un pequeño paso para el Oscar.
Más allá de la Luna Dir. Glen Keane y John Kahrs. Estados Unidos, 2020. Con Glen Keane, Brycen Hall y Ruthie Ann Miles.
