Atelier Playa Mujeres
Atelier Playa Mujeres es un resort exclusivo en la Riviera Maya. Perfecto para disfrutar de sus lujosas suites (all inclusive) y pasar momentos cómodos en pareja.
Mónica Bárbaro y Diego Boneta protagonizan At Midnight de Paramount+, una comedia romántica que aprovecha a México como un protagonista más. Desde las hermosas playas del Caribe Mexicano hasta los escenarios más cotidianos de la capital, como el centro de Coyoacán, Alejandro y Sophie recorrerán estos escenarios y un camino largo para enamorarse.
La estrella de Hollywood Sophie (Bárbaro) cae ante los encantos del aparente “eterno soltero” Alejandro (Boneta), subgerente del hotel donde se hospeda. Pero como no te queremos dar spoilers, mejor ve un adelanto de la peli y disfruta de la cinta que ya disponible en Paramount+
Atelier Playa Mujeres es un resort exclusivo en la Riviera Maya. Perfecto para disfrutar de sus lujosas suites (all inclusive) y pasar momentos cómodos en pareja.
Los hermosos resorts en la Riviera Maya sirven de telón para esta historia de amor.
La isla de 7 km de largo se encuentra a 20 minutos en ferry desde Cancún. Sus acantilados, geniales restaurantes y playas paradisíacas están menos ocupadas que las de la zona hotelera. Puedes explorar la isla y visitar Punta Sur, el extremo sur para ver acantilados espectaculares y practicar el esnórquel y el kayak.
En su oficina de la Unidad de Parques y Jardines de la Delegación Cuauhtémoc, dentro de un viejo y destartalado edificio de la colonia San Simón Tolnáhuac, Claudia Guillén suspira y dice: “No sabes lo difícil que es ser funcionario público”. Como responsable de la oficina de monumentos, tiene a su cargo la conservación de más de 435 espacios públicos y construcciones. Su equipo operativo es de sólo 40 personas y tiene un coche a su disposición. “Mucha voluntad sí hay, pero nada más”, se queja.
El Kiosco Morisco de Santa María la Ribera es uno de los afortunados monumentos en los que ha asignado a una persona de vigilancia para combatir las faltas más básicas a la civilidad: que los patinetos hagan sus suertes acrobáticas en las escaleras o que los vecinos usen la duela como un gigantesco pañal para sus perros. “A veces me pongo a volantear el reglamento y de plano les digo que ni lo lean, que sólo no hagan aquí lo que no hacen en su casa”, dice Claudia.
Lo que sí ha logrado es restaurar la cantera desportillada, reponer las lámparas interiores que unos maloras rompieron a lo baboso, instalar iluminación artística con la que el kiosco resplandece por las noches, programar una limpieza profunda al mes y, a pesar del vandalismo recurrente, establecer alianzas con algunos santamaríalaribereños conscientes. “Hay una vecina que cuando se topa con alguna pieza suelta, se la lleva a su casa y nos habla para que la recoloquemos”, dice.
Claudia dice que hay un gran proyecto para mejorar el área (y enmendar algunas metidas de pata de la remodelación de 2010 –a cargo de la Autoridad del Espacio Público–, como el haber dejado las jardineras muy bajitas y la tierra se sale a los andadores), pero que no les han aprobado el presupuesto. Mientras, seguirá trabajando en este mantenimiento preventivo con la mejor de sus herramientas: su amor por el patrimonio.
El Kiosko de Coyoacán y el de Santa María la Ribera también forman parte de las visitas obligadas a la capital que Alex comparte con Sophie.
Una de las zonas con mayor número de visitantes en la ciudad es el centro de Coyoacán. Sus plazas, restaurantes y cafés, fuentes, quioscos y, por supuesto, su mercado lo convierten en un sitio ideal para dominguear.
Todo en este mercado es muy tradicional: las zonas entre comida y otros artículos se encuentran bien definidas, las piñatas cuelgan sobre rebozantes puestos de fruta y las fondas de comida despiden una fiesta de aromas que se mezcla con los de las flores.
Cualquiera pensaría que es un mercado más; sin embargo, aún conserva ciertas peculiaridades que lo hacen diferente frente a otros de su tipo. Saliendo de la nave principal comienzan los pocos pasillos de ropa, que conviven con una muy amplia y recomendable oferta de disfraces: hay trajes de superhéroes, personajes de televisión, accesorios para caracterización, cascos, máscaras, gorros, incluso puedes hallar un torso elaborado a base de hule espuma, para asustar a los más ingenuos.
Ya armado con tu vestuario para la fiesta de Halloween, recorre los puestos de juguetes; no son los típicos elaborados con madera ni los que encuentras en el supermercado. El Mercado de Coyoacán se caracteriza por contar siempre con los últimos artículos de importación, incluso antes de que pudieras comprarlos en tiendas departamentales, a la defeña usanza de la fayuca. Muñecas de películas de Disney, figuras de acción y autos de edición limitada son algunos de los objetos que encontrarás. Para los clavados, algunos locales venden capelos de acrílico para que puedas resguardar tu colección, pero ojo, es recomendable que lleves tu art toy, carro o lo que colecciones para encontrar el de mejor tamaño.
Una cita entre Alex y Sophie con todo y elote incluido sucede en esta parte de la cinta At Midnight cuando van a conocer a los padres del junior manager.
Este hotel boutique se encuentra en el barrio Condesa de Ciudad de México. El hotel ofrece un bar en la azotea y una sala de cine.
Las habitaciones incluyen WiFi gratuita. Todas las habitaciones del Condesa DF cuentan con TV de pantalla plana y minibar. Algunas incluyen una zona de estar independiente.
El Condesa DF alberga un bar, un restaurante, una tienda de regalos y una pista de baile.
El Condesa DF se encuentra a poca distancia en coche del histórico Castillo de Chapultepec.
El famoso "coche" de cuerda de la Condesa sale mientras Alejandro y Sophie se siguen enamorando en las calles de la Ciudad de México.
En el antiguo barrio de Tacubaya se encuentra una de las joyas arquitectónicas de la CDMX: la Casa Luis Barragán. Declarada Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2004, fue construida por el arquitecto tapatío en 1948.
La arquitectura emocional de Luis Barragán te conmueve por la belleza de cada detalle del que fue su hogar. Desde la maestría para jugar con la proporción de los espacios y crear diferentes ambientes a partir de la luz y el color, hasta el diseño del jardín y los patios, como el espejo de agua en el patio de ollas.
La entrada principal de la casa es una síntesis de los elementos básicos de la arquitectura de Barragán: materiales, como la madera y la roca volcánica, el color y la luz. Una pequeña ventana con cristal amarillo tiñe las paredes blancas a determinadas horas del día; este manejo de luz indirecta se ve a lo largo de toda la casa. En esta habitación deberás colocarte protectores en tus zapatos como medida para conservar esta obra arquitectónica.
Hay una simpleza en la decoración de la casa, incluso un estilo casi monástico. Amante del arte y un devoto religioso, en el recorrido verás obras de Mathias Goeritz y Chucho Reyes, quien era incluso considerado por Barragán como su maestro, así como cruces, esculturas y pinturas de arte sacro. En la biblioteca encontrarás el Premio Pritzker, uno de los máximos reconocimientos de arquitectura en el mundo, que el tapatío recibió en 1980.
A través de las ventanas de comedor se aprecia el jardín, agreste y al mismo tiempo reparador porque parece que no estás en la ciudad. El pequeño jardín se integra a la vegetación de la Casa Ortega, que se encuentra al lado y que fue construida también por Barragán, y prolonga el espacio.
Desde 2016, Estancia Femsa coordina exposiciones temporales de arte contemporáneo en la casa. Se invita a diferentes artistas a realizar estancias e intervenir con sus piezas este museo. Han expuesto desde artistas como el brasileño Cildo Meireles hasta el alemán Franz Erhard Walther.
Algo curioso es que la casa, a pesar de ser un museo, continúa habitada por María, una mujer que trabajó con Luis Barragán y que por instrucciones del arquitecto tapatío debía vivir ahí cuando él falleciera. María deja pequeños pistas del cuidado que aún tiene por la casa, arma arreglos con las plantas del jardín que decoran ciertos rincones como el vestíbulo, la sala y el comedor.
¿Cómo visitar la Casa Estudio Luis Barragán?
-Haz una reservación con tiempo de antelación en el teléfono 5515 4908.
-El costo de entrada general es de $400, pero si eres estudiante pagarás $150.
-Considera los horarios de visita: Lunes a viernes 10:30am, 11:30am, 12:30pm, 3:30pm y 4pm y sábado y domingo 10:30 y 11am.
-Toma tus precauciones, la casa no cuenta con estacionamiento.
Recomendado: Exposiciones de arte contemporáneo en la CDMX.
La abuela de Alejandro lleva a Sophie a la fiesta de su hermana... ¡y es en una casa estilo Barragán!
Cuando esta avenida se creó fue llamada Paseo de la Emperatriz. El emperador Maximiliano de Habsburgo ordenó construir una calle para conectar su residencia en el Castillo de Chapultepec con el Palacio Nacional.
Con el paso de los años, Reforma fue adornada con árboles, jardines, bancas y esculturas de los principales héroes de cada estado de nuestro país. Ahora, podemos hablar de una de las avenidas más famosas de la Ciudad de México.
En ella, además de disfrutar monumentos como la fuente de la Diana Cazadora, el Monumento a Cristóbal Colón y el Ángel de la Independencia, ahora funciona como sede de exposiciones temporales que se montan en las aceras.
Por ejemplo, en abril de este año, la avenida se adornó con PET gracias a una exposición hecha con figuras de botellas de agua, donde las creaciones iban desde un elefante jumbo hasta el Taj Mahal, la estatua de la Libertad y la torre Eiffel.
Otras obras son las bancas. Una de ellas, formada por cartas de baraja, es una de las piezas que quedó de la exposición Diálogo de bancas, muestra generada en 2006. O bien, Alas de la ciudad, la exposición del escultor Jorge Marín que desde septiembre de 2010 se montó en esta avenida.
Además de fungir como vía de comunicación del nororiente y surponiente del DF, Reforma se ha vuelto un pasaje que conjuga lo urbano, la naturaleza y lo artístico.
Una plática y coqueteo intenso sucede en esta famosa avenida, mientras ambos protagonistas disfrutan de un esquite.
Dominando la plaza frente al Munal, está la estatua ecuestre diseñada por el ilustre arquitecto que da nombre a esa explanada: Manuel Tolsá. Mejor conocida como “El Caballito”, se trata en realidad de una imagen de Carlos IV de España, quien en su corcel, ha deambulado por media ciudad: primeramente, en 1803, estuvo en el Zócalo; luego en 1822 fue a dar a los patios de la Universidad, para salvarla de la furia anti-hispana que predominba tras la Independencia; posteriormente en 1852, calmados los ánimos, fue trasladada a las afueras, a lo que ahora es el cruce del Paseo de la Reforma y Bucareli. Finalmente en 1979 fue trasladada a su actual ubicación, en donde ya no desentona. Al mismo tiempo, el escultor Sebastián, sustituyó el caballito novohispano por su más famosa obra, la estructura en color amarillo que también se llama el Caballito y que, con indulgencia, parece un equino.
El edificio detrás de esa estatua es el antiguo Palacio de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas, diseñado por el arquitecto italiano Silvio Contri, quien inició su construcción en 1904. Por dentro presenta una hermosa escalera cuyos escalones de mármol ya muestran la huella del tiempo. También hay en su vestíbulo, impactantes esculturas en mármol, de influencia francesa evidente hasta en el título: la famosa “Malgré Tout” (“A pesar de todo”) de Jesús Fructuoso Contreras (1882-1948), que representa a una joven encadenada y desnuda, que se arrastra por el suelo, o la muy escandalosa “Après l’orgie” (“Después de la orgía”) de Fidencio Lucano Nava (1869-1938), una joven desnuda que está recostada y suspendida en el mármol.
El acervo del museo es vasto e incluye todo tipo de obra desde el virreinato hasta mediados del siglo XX.
El último miércoles de cada mes, el Munal abre de 7 de la tarde a 10 de la noche, para que los que trabajamos podamos darnos una vueltecilla.
En el MUNAL se encuentran con una fan que no duda en pedirle la selfie a Sophie mientras Alex, que ya se está enamorando, accede a tomarla.
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